De acuerdo con datos proporcionados por la Comisión Nacional de Pesca(Conapesca) en Yucatán, actualmente la biomasa del pepino de mar en el litoral yucateco es insuficiente y no será viable abrir una temporada de captura a pesar de la solicitud expresa de los pescadores.
El encargado de la oficina de la Comisión, Mauro Cristales Márquez, informó que de acuerdo con las estimaciones del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), por cada hectárea hay menos de 50 unidades de pepino de mar, rango necesario para no poner en riesgo a la especie. Esto se debe a que ha sido sobreexplotada durante los últimos años.
Para que pueda abrirse esta pesquería (que está en veda desde hace dos años), la cantidad debe ser igual o superior a 50 unidades de pepino de mar por hectárea. De acuerdo con los estudios de Inapesca, en las 4 regiones que se divide el mar yucateco, hay cantidades de 26, 29, 25 y 11 unidades por hectárea.
“Esta es la cantidad mínima que se necesita para que una temporada sea sostenible y en este sentido veo difícil que se autorice una petición, porque no hay biomasa y, técnicamente, el pepino no lo hay”, externó.
Agregó que es comprensible que los pescadores buscan tener otras alternativas de pesca, debido a la mala temporada de pulpo que se tuvo y que el mero ya está en veda; además de que hay poca captura de langosta y en breve, también estará prohibida su captura.
Expuso que, si bien sabe que se hizo una propuesta a la Secretaría de Acuacultura y Pesca,ésta se debe enviar a las oficinas centrales de la Conapesca en Mazatlán, donde se hace el análisis de viabilidad con base en los datos y estudios que tenga el Inapesca.
Desde su punto de vista, no hay justificación. Dijo que esta inquietud puede ser la de algunos empresarios que buscan sacar lo que tienen de pepino de mar en sus inventarios y que hoy no pueden mover por la prohibición.
El presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras del Centro y Poniente de Yucatán, José Luis Carrillo Galaz, confirmó la realización de propuesta a la Secretaría de Pesca, para que el pepino de mar pudiera ser una de las alternativas de pesquería que ayude a aminorar los impactos negativos que se han tenido.
Sin embargo, apuntó que toda decisión debe basarse en los estudios del Inapesca; por ello parte de la solicitud es que se hagan los estudios y análisis necesarios.
Dijo que, a pesar de que no existe pesca y tampoco se puede hablar de un precio exacto por la venta de pepino de mar, antes de que se estableciera la veda, tuvo mucha demanda y se cotizó el kilo en 120 pesos o más.
La constante sobreexplotación de la especie, ha provocado que, en el lapso de 5 años la biomasa cayera en algunas zonas en más del 50 por ciento de presencia.
Esto ocurrió por un incorrecto manejo del recurso, por falta de inspección y vigilancia, pesca furtiva y, en general, por el nulo ordenamiento para la captura; que llevó en aquel entonces, a que grupos delictivos llegaran para controlar la compra y exportación del producto, principalmente hacia los países asiáticos.
La veda del pepino de mar se estableció desde mayo del 2019, por acuerdo de los diferentes sectores para combatir la pesca furtiva, fortalecer la biomasa y hacer una inspección en los inventarios de las bodegas.
Entonces se logró un acuerdo entre pescadores, cooperativas y demás organismos de gobierno, en conjunto con Conapesca e Inspesca. Se decidió que ese año no habría captura, pero la restricción se mantiene hasta el día de hoy.
SY