El Plan de Infraestructura de Ciclovías que se lleva a cabo en Mérida no es solo un proyecto que traerá beneficios a los ciclistas, sino que tiene como eje central la pirámide de la movilidad y será de beneficio también para los peatones, personas con discapacidad y para los autos, porque todo el sistema propiciará un orden para que se cumplan las normas, destacó el director del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT), Aref Karam Espósitos.
“Con este proyecto, Yucatán y Mérida dan un pie adelante y nos ponemos a la vanguardia. No es generar solo ciclovías, que es la parte central, sino también crear infraestructura que contribuya a este uso de la vía pública, respetando la pirámide de la movilidad”, expuso.
En entrevista, el funcionario estuvo acompañado de Eduardo Monsreal Toraya, representante del Observatorio de la Movilidad Sostenible de Mérida, quien expuso que el Plan de Infraestructura de Ciclovías lleva en general un avance del 70 por ciento; aunque hay algunos puntos donde el trabajo es más notable, como en el tramo que va del Remate de Paseo Montejo a la Avenida Pérez Ponce, donde ya se tienen avances del 90 por ciento. En este tenor, dijo que se avanza a paso firme para concluir el proyecto a fines de marzo.
Explicó que este proyecto tiene origen en la reforma que se aprobó en el Senado el año pasado, la cual establece la seguridad vial como un derecho ciudadano y se convierte en una estrategia para impulsar el uso de la bicicleta.
Dijo que, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del 2020 en Yucatán, en 4 de cada 10 casas yucatecas hay al menos una bicicleta, lo que convierte al Estado en número 1 en el país en este rubro. Además, Mérida es una de las cuatro ciudades con mayor uso de este vehículo; se calcula que 30 mil personas lo usan, de acuerdo con el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés).
Agregó que un estudio de la agencia alemana GIZ calcula que, 7 de cada 10 de ciclistas meridanos utilizan la bicicleta todos los días de la semana, y un número similar ha usado este modo de transporte desde hace más de 4 años. Además, 8 de cada 10 ciclistas meridanos la usan para realizar sus compras, y seis de cada 10 para llegar a su lugar de trabajo. Pero dijo que no todo es positivo, pues este uso masivo de la bicicleta en Yucatán también se refleja en una mayor mortalidad y cada año fallecen alrededor de 41 ciclistas en accidentes de tránsito, según cálculos de diversas asociaciones. Por lo anterior, con el objetivo de proteger al ciclista, se puso en marcha este Plan de Infraestructura de Ciclovías, que contempla 71.7 nuevos kilómetros de estas vías seguras en diversas zonas de la ciudad, con una inversión total de 110.9 millones de pesos.
Karam Espósitos dijo que este proyecto se lleva a cabo con recursos del Fondo Metropolitano, los cuales están etiquetados para este fin y no se pueden utilizar con otro. No se trata de una ocurrencia o una improvisación, sino que pasó por muchas fases desde el 2019 que se presentó.
“Este proyecto tiene más de un año de revisiones técnicas, financieras, de análisis de los beneficios económicos, ambientales, sociales; toda una serie de consideraciones técnicas que deben ser aprobadas para que el proyecto sea viable. Todo este proceso implica una planeación, adaptación de las vías y es un detalle que está muy bien armado y que ha pasado todos los filtros para ser aprobado”, comentó.
Explicó que este plan contempla en su conjunto, la construcción de 71.70 kilómetros de ciclovías que se sumarán a los 65.9 kilómetros existentes, pero que eran perimetrales; es decir, que estaban en los márgenes de Mérida y conectaban con las comisarías. Lo que se está haciendo ahora es una red de infraestructura ciclista intraurbana.
La construcción de ciclovías está dividida en 4 zonas: la primera es la que va de Paseo Montejo al Entronque con Dzibilchaltún, que abarca 15.02 kilómetros y ha contado con una inversión de 29.6 millones de pesos y conectará con 16.3 kilómetros existentes.
El otro punto es la Zona Norponiente de Mérida que abarca 21.1 kilómetros con inversión de 29.9 millones y se conecta con 10.12 kilómetros ya existentes. Abarca puntos como la Avenida Mérida 2000, la Avenida Canek, la Colón, Francisco de Montejo, y Chenkú.
La zona Norte Mérida-Ucú es de 15.5 kilómetros y se invertirán 23.3 millones para conectarse con 7.7 kilómetros de ciclovías que ya están funcionando. Abarca poblaciones como Las Américas, Francisco de Montejo, Dzityía y Ucú.
Por último, el Sur de Mérida abarca una extensión de 20 kilómetros con la inversión de 27.9 millones. Pasa por puntos como San Cristobal, la Miraflores, Periférico, Fuente Maya y la calle 50 rumbo a X’Matkuil.
El director del IMDUT explicó que, en el tema de las ciclovías, independientemente de toda la infraestructura que se construye, habrá 4 tipos de carriles: los que son de confinamiento y sólo para las bicicletas; uno que es compartido con los automóviles, con preferencia para la bici; otro que se denomina Bici Bus, que será compartido con los autobuses del transporte público y que se ubican en Paseo Montejo.
Este último se implementa en dicha vía porque el carril es muy ancho y lo permite, además de que la frecuencia de los autobuses, que se calcula entre 5 y 7 minutos, lo permite.
También habrá carriles bidireccionales, donde en un solo lado podrán circular las bicicletas en ambos sentidos. En el caso específico de Paseo Montejo, dijo que se instalan isletas de refugio peatonal y “orejas”, que son extensiones de la banqueta en las esquinas y sirven también para reducir la distancia de cruce peatonal, evitar que el área sea invadida por estacionamiento ilegal, moderar la velocidad vehicular, mejorar la visibilidad de peatones y conductores y permitir la colocación de señalamientos más visiblemente.
Las isletas son espacios entre carriles de circulación vehicular que sirven para brindar una mayor seguridad peatonal, así como acortar distancias de cruce para los peatones.
Expuso que en el caso de Paseo Montejo había 3 carriles, dos para los vehículos y uno que se usaba para estacionamiento y hoy prácticamente se mantiene igual. Se tiene una ciclovía, una zona de estacionamiento sin tanta amplitud y se tienen dos carriles con un poco de disminución de tamaño, pero lo que repercute en un control de la velocidad.
JG