Los vecinos de la colonia Roble Agrícola IV continúan quejándose del humo negro y olor fétido que sale del crematorio “Santo Cristo Milagroso”, el cual les ha causado problemas de salud.
El lugar se ubica en la calle 32 por 61 y 59 de la colonia mencionada, a un costado del periférico con dirección al sur de la ciudad.
Los afectados comentaron que la peste les provoca náuseas, dolor de cabeza, complicaciones para respirar y falta de apetito.
El crematorio lleva laborando más de seis años en la colonia Roble Agrícola IV, pero desde hace un año, el lugar no labora adecuadamente y los vecinos consideran que no están cumpliendo las medidas indicadas y por eso perciben el mal olor en toda esa área.
Fue clausurado en agosto
El pasado mes de agosto, los afectados pusieron una demanda ciudadana y el sitio fue clausurado por el Ayuntamiento de Mérida, a través de la Dirección de Desarrollo Urbano.
Las autoridades reportaron que el edificio carecía de las licencias de construcción y de uso de suelo, requisitos indispensables para su funcionamiento. Durante la supervisión quedó de manifiesto esta situación, ya que los encargados del crematorio no pudieron exhibir ninguno de los permisos y por eso se le suspendieron actividades. Sin embargo, desde hace un mes el inmueble volvió a abrir sus puertas y el olor fétido regresó.
María Elena González, quien tiene un negocio comercial de juguetes en la calle lateral del lugar, comentó que “las autoridades deberían cerrar definitivamente este lugar porque expone nuestra salud. De lo contrario, el crematorio debe mejorar sus instalaciones para solucionar la peste”.
“Incluso cuando estaba clausurado los trabajadores venían y laboraban clandestinamente en el lugar. Entraban por la parte de atrás para no romper los sellos, pero el olor los delataba”, dijo.
Oyuki Arias, de 25 años de edad, expresó que “huele feo, pero muy feo tanto que la gente no aguanta la fetidez cuando el horno está quemando los cuerpos. Otro detalle es que a lado del edificio se encuentra la escuela ‘Santa Barbara’ y cuando se activen las clases el problema podría ser mayor con los niños”.
“Esta situación nos perjudica en la salud porque en ocasiones nos cuesta trabajo respirar. Esperemos que el problema no se vuelva más grave porque hay muchos menores y gente de la tercera edad en la colonia. La gente se ha manifestado con el crematorio y los encargados amenazan a las personas con golpearlas”, agregó.
Emmanuel González, quien habita en la calle de atrás, destacó que “el olor es tan fuerte que cuando me siento a comer se me va el apetito. Aún cerrando puertas y ventanas la peste entra a la casa”.
Felipe Pool de 72 años de edad, manifestó su enojo al decir que “tenemos miedo porque el crematorio también nos expone al COVID-19, como gente adulta me da miedo a contagiarme o presentar problemas de respiración de tanto humo que se va a los pulmones”.
Los efectos para la salud pueden traducirse a irritación de mucosa respiratoria, (por lo que ocurre enfermedades respiratorias), bronquitis, afectación de la conjuntiva ocular y problemas de oxigenación de la sangre.
SY