Unos 11 mil bañistas se registraron solamente durante la jornada dominical; tanto en la cabecera municipal como en los puertos colindantes se vieron abarrotados en sus áreas turísticas y zonas de casas de descanso.
Desgraciadamente, la misma afluencia provocó accidentes automovilísticos en el primer cuadro de la ciudad, extravíos de menores de edad y saturación en los restaurantes, ocasionando un nulo respeto a los protocolos de higiene por parte de sus comensales.
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La actividad empezó desde las 06:00 horas (seis de la mañana) que se tuvo una carrera ciclista a un costado del “Corchito”, por lo que varias familias no perdieron la oportunidad de ir a pasar un rato de sano esparcimiento y luego ir a desayunar frente al mar.
La reserva natural, al igual que otros puntos como los paseos por la laguna de Chuburná, tuvieron asistencia de turistas locales e internacionales a lo largo del día.
Aproximadamente a las 12 del día se tuvo un severo embotellamiento en las glorietas de entrada y salida del puerto, pues los bañistas estaban llegando tanto en autos particulares como en camiones, combis y vehículos de renta para asistir en caravana a la playa.
Como dato a agregar, los mismos transportistas locales redoblaron esfuerzos y triplicaron sus ganancias. El punto más concurrido, fueron los supermercados, mismos que lucieron con clientes dentro y fuera de sus instalaciones.
“Es ahora o nunca, hay un rumor que corre entre todos los que nos dedicamos al ambulantaje, se dice que no habrá venta durante la Semana Mayor, que nos van a cerrar el malecón, entonces eso nos orilla a trabajar al máximo para guardar dinero en un futuro cierre”, afirmó Jorge Crisanty, meridano que se dedica a vender artesanías de tela.
Los restaurantes tuvieron una ocupación total de clientes, aunque sólo usaron un 70% de sus instalaciones para evitar ser clausurados por las autoridades sanitarias que estaban dando sus rondas de vigilancia, esto incluyó a dependencias como Protección Civil y Recaudación Fiscal Municipal.
“No sabría cuántas mesas hemos atendido en todo el día, sólo puedo contestar que se ha tenido una jornada positiva, esperemos se siga manteniendo esta afluencia por varios fines de semana”, expresó Luis Sansores, de “Crabster”, mientras mantenía una bandeja llena de platillos hechos con productos del mar que iba a repartir entre las mesas que su lugar de trabajo instaló en la arena.
La asistencia registró también una notable presencia de adultos mayores que eran ayudados por sus familiares para entrar al mar; los bebés y niños menores de 15 años también asistieron al malecón, incluso varios bebés en brazos fueron expuestos por sus padres mientras esperaban para ser atendidos por los host de los restaurantes en las áreas de espera.
“Nos conviene que esto siga así, aunque si nos afecta un poquito que no tengamos todas las mesas para respetar los metros de distancia para sobrellevar la sana distancia. También procuramos dotar a quienes vienen con nosotros, de todas las medidas necesarias como lo es el gel para manos, tapete sanitizante y lavado de manos antes de consumir. Preferimos trabajar con pocas instalaciones a exponer a la gente que quiere pasar una buena estancia en Progreso”, argumentó Miguel Aguillón, del “Pulpo Loco”.
Otros comercios que tuvieron generosas ganancias gracias a este domingo, fueron el mercado municipal y negocios pequeños dedicados a freír pescado, esto al grado de que a las 11 de la mañana habían vendido todos sus comestibles.
En las comisarías como Chelem y Chuburná se tuvo excesivo tráfico durante todo el día, generando retrasos de tiempo para quienes pretendían ingresar a estos puertos a partir del mediodía.
Fallece turista y se extravía menor
Contrario a las palabras del mesero, varios turistas no quisieron seguir los lineamientos, e incluso discutieron con los agentes de la Policía Municipal y Ecológica que les exhortaban a usar el cubrebocas.
“Dudamos contagiarnos en la playa, hay lugares cerrados como plazas y transporte público donde es más viable ser afectado, ahí no hay regulación, yo creo que si se queda cada quien con su familia no pasa nada”, expresó Mateo Canto, quien vino desde Mérida junto con unas 15 personas, todas ellas tuvieron que abordar una combi de renta para su pasadía.
Varios asistentes incluso, argumentaban que la pandemia del COVID-19 era una mentira y otros más celebraban que sus padres habían sido vacunados, por lo que se sintieron con la libertad de poder volver a vivir sin el mínimo cuidado.
El saldo blanco tristemente no se tuvo el día de hoy, una adulta mayor, de 70 años falleció a bordo de su automóvil tras chocar en la carretera Chelem-Mérida. En el operativo participó la Policía Municipal y la Cruz Roja, quienes poco pudieron hacer al trasladarla a conocido nosocomio.
La alerta roja también se encendió cuando la pequeña de 9 años M.O.A. se perdió entre la multitud y llorando se acercó a la turista Karla Sifuentes de la capital yucateca.
“Me dijo entre lágrimas que estaba perdida, yo me encontraba con mi familia e inmediatamente me moví hacia una patrulla de la Policía Municipal, nos dio mucho miedo porque se trata de una menor que si caía en otras manos pudo pasarle algo”, relató.
Agentes de la dependencia policíaca se encargaron finalmente de hallar a los padres de la niña luego de media hora; exhortándolos a no dejar sola a su primogénita.
Seguridad total
El Comandante Emilio Caamal Gutiérrez, titular de Seguridad Pública y Tránsito confirmó la asistencia de los 11 mil visitantes a las playas ayer domingo.
“Absolutamente todos los elementos se encuentran dando rondas de vigilancia en vehículos oficiales y a pie; también seguimos asegurando la integridad de la comunidad con dos filtros de control, tomando todas la medidas sanitarias para evitar algún accidente vial provocado por conducir bajo los efectos del alcohol”, argumentó el funcionario.
Los alcoholímetros finalmente fueron controlados por los agentes policíacos, pues se tuvieron inconveniencias entre los conductores que tuvieron que esperar hasta dos horas para pasar los filtros.
En total, se tendría una afluencia en los tres días del fin de semana de unas 30 mil personas que ayudaron a generar positiva derrama económica para el sector, luego de haber sucumbido antes un cierre de playas en febrero y varias rachas de bajas ventas por temor al coronavirus.
“Hacemos un atento llamado a toda la comunidad progreseña y turistas para contribuir a evitar los contagios, este trabajo es de todos, tanto los agentes policíacos a mi cargo como la ciudadanía presente en las playas, si luchamos por un mismo objetivo podemos derribar los múltiples contagios que podría propiciarse”, expresó Caamal Gutiérrez.
Se espera que el día de mañana, se tenga la misma asistencia debido a que será de asueto para estudiantes y trabajadores.