Habitantes de Umán se reúnen en diferentes puntos del municipio sin respetar los protocolos de higiene y seguridad interpuestos por la Secretaria de Salud para evitar la propagación del coronavirus, alegando sentirse más seguros por las jornadas de vacunación que se realizan en diversos municipios del estado.
Mientras el número de contagios sigue aumentando en la localidad, estando en el quinto lugar con 809 nuevos contagios, sólo por debajo de grandes lugares como los son Mérida, Valladolid, Tizimín, Ticul, Progreso y Kanasín y aún en Semáforo Rojo, los residentes de Umán se aglomeran en el mercado y la plaza principal sin cuidar la sana distancia y algunos sin utilizar el cubrebocas adecuadamente.
Martha Estrella dijo sentirse molesta con la reacción de la gente con respecto al programa de inmunización, pues asegura que desde que llegaron las vacunas a la localidad las personas se han vuelto más irresponsables.
“Es cierto que estamos yendo por buen camino y estamos saliendo de la pandemia, pues las vacunas están siendo aplicadas, pero es un proceso lento, no se va a hacer de la noche a la mañana y mientras eso pasa debemos seguirnos cuidado, porque aún estamos vulnerables y puede que si nos da la enfermedad no la libremos, yo sufro de hipertensión y diabetes, si me llega a dar COVID no creo librarla, por eso me enoja tanto la irresponsabilidad de la gente, en lo que terminan de vacunar a todos muchos van a morir por culpa de los tercos”, añadió.
“Lamentablemente las personas no entienden porque no han perdido a alguien a quien aman, desgraciadamente yo era uno de esos y hace cuatro meses perdí a mi hijo, y fue el peor sentimiento que pueda existir, te pones a pensar que si hubieras hecho las cosas diferente aún seguiría contigo, pero nadie experimenta en pellejo ajeno, ojalá que pronto anuncien que ya van a vacunar al resto de la población para que por fin se acabe todo esto”, comentó Manuel Martín.
Por otro lado, los locatarios del mercado principal, junto con los vendedores que colocan sus puestos alrededor de éste y vendedores ambulantes, externaron que entienden la situación, pero la crisis económica ha apretado fuerte durante la pandemia, por lo que ahora que han mejorado las cosas, con respecto a la asistencia de los colonos al centro del municipio, tienen que aprovechar.
“Si me da miedo contagiarme de coronavirus no digo que no, pero hay que comer, por eso salimos a vender, si tuviéramos dinero nos quedaríamos en casa a resguardarnos sin problemas, y aunque parezca contradictorio lo que digo también me da gusto que la gente salga y venga al mercado a comprar, porque así tengo más venta, sólo me queda cuidarme lo mejor que pueda, usar el cubrebocas y el gel antibacterial y rogarle a Dios que no me vaya a dar la enfermedad, porque él sabe que no vengo por gusto”, dijo Rosa Chi.
Mientras la economía sigue creciendo en la localidad y los comercios vuelven a tomar su ritmo acostumbrado, los ciudadanos del municipio siguen rompiendo las normas establecidas por la contingencia, por lo que si las cifras siguen aumentando como en las últimas semanas, podría poner en riesgo nuevamente la reactivación económica.
Guadalupe Canche dijo que “fue muy feo cuando todo cerró, parecía pueblo fantasma, eso es lo que no entiende la gente, que si sigue con su necedad de amontonarse hasta para hacer las compras vamos a volver a eso, ya todo esta casi como antes, con excepción de los cubrebocas y el turismo, ojalá entiendan para seguir avanzando y no retrocedamos”, finalizó.