Tras percatarse de que el andador que está a lado de su casa estaba en mal estado y se convertía poco a poco en un basurero clandestino, Wendy Lira y su familia decidieron rescatar e intervenir el espacio, creando un huerto urbano, cuyo objetivo es que sea comunitario entre los vecinos de Jardines de Pensiones.
La entrevistada dijo vía telefónica que todo comenzó meses atrás, cuando su esposo le hizo el comentario que debían darle vida al andador, por lo que empezaron limpiándolo y después le pusieron piso de cemento.
“Como a mi hijo le gusta todo ese rollo de los huertos, le dijo a su padre que le deje un espacio porque quería intentar algo”, expresó.
Indicó que el responsable del huerto es su hijo, Paul Loeza, quien ha sido el autor de armar el contenedor donde hay plantas de consumo, el cual hizo con pedazos de madera de tarimas. “Incluso le instaló un sistema de riego muy rústico con mangueras, para que con una botella de agua se pueda regar el huerto”, comentó.
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La mujer indicó que en el huerto han sembrado sandía, chile, zanahoria, rábano, plantas de menta y en su casa aún se está germinando tomate y chayote, las cuales próximamente serán colocadas en ahí.
En los costados del andador, mencionó que han sembrado chaya, limón, naranja, anona, papaya, plátano y naranja dulce.
Explicó que el objetivo es que el huerto sea para la comunidad. “Que tú como vecino vayas al huerto y agarres los dos tomates que te hacen falta para seguir cocinando. Otro objetivo es que la gente aprenda a compartir, porque nos hemos topado con personas gandallas que se llevan bolsas de naranja, cuando en realidad sólo deberían agarrar lo que les va a servir”, mencionó Wendy Lira.
A raíz de que instalaron el huerto, varias personas la han contactado por las redes sociales para regalarle plantas como epazote, hierbabuena y otras especies más, con lo que han visto la oportunidad de involucrar a los vecinos para que se sientan con la confianza de agarrar lo que el lugar dé, siempre y cuando se lleven lo que les va a servir.
Wendy Lira señaló que varias personas se han interesado en su proyecto familiar. “Hace mes y medio pasó un muchacho y nos preguntó qué era lo que estábamos haciendo, y le platicamos. Nos comentó que regresaría a sembrar unas matitas de chile y después de que hizo lo que tenía que hacer, regresó a sembrar lo que nos dijo”, señaló.
Agregó que los vecinos cercanos al andador le han preguntado cómo es que pueden colaborar con el huerto. Mientras que algunos han mostrado interés en sembrar alguna planta o fruto, otros se comprometieron a cuidar el espacio, aunque también se han acercado para donarles composta o herramientas de trabajo.
“Los vecinos se están animando cuando escuchan el proyecto del huerto y eso es bueno, porque antes de que intervengamos en el andador, además de que era un basurero clandestino, fue un espacio lleno de hierbas donde la gente se pasaba a caer por las piedras sueltas en el piso”, comentó.
Sin embargo, la labor de la familia de Wendy Lira no sólo se limita al huerto y todo lo que se involucra. También tratan de mantener limpio el lugar, así como seguir pensando qué otras plantas o frutos pueden sembrarse para seguir dándole mejor forma, porque “tampoco es que sepamos mucho porque no somos expertos”.
La entrevistada también indicó que el huerto no sólo ha generado impacto en Jardines de Pensiones, sino también en otras partes de la ciudad, ya que muchas personas se han comunicado con ellos para ofrecer ayuda o recibir consejos para ver si pueden hacer uno en los lugares donde viven.
SY