Valentín Martínez y Jesús Magaña son amigos, trabajan juntos desde hace un año, antes de que iniciara la pandemia.
Debido a que el negocio de la reparación y venta de relojes ha mermado, decidieron incrementar el valor de las monedas circulantes con distintos diseños de logotipos, nombres y diversas figuras que el cliente solicite, de manera tal que una de 10 pesos con el diseño de una letra, el logo de un equipo o del signo zodiacal, tiene un valor de 150 pesos.
“La verdad sí ha pegado lo de las monedas, a veces no vendo nada de relojes, pero eso me rescata, generalmente los señores son los que compran las monedas con el nombre de su esposa, de sus hijos, de equipos de futbol”, indicó Martínez, quien realiza los finos cortes del metal.
Señaló que la labor requiere de habilidad para crear figuras grácil “la moneda se calienta por el mismo trabajo, me he quemado, me he cortado, pero poquito a poquito ahí vamos, diario estamos aquí, no descansamos, hasta el domingo aquí estamos, por la necesidad”, indicó.
Magaña, su colega, se encarga de los diseños, asegura que incluso acepta encargos para trabajar, “hace unos días se fueron 10 monedas a Estados Unidos con imágenes de los vochos, y otras dos con el logo de la Volkswagen”, expresó orgulloso de su trabajo.
Para ellos la pandemia fue un periodo muy complicado, no pudieron ubicar su negocio en el Portal de granos como desde hace 8 años. Valentín reconoció que sobrevivió del dinero que le prestaban, “ahora poco a poco está saliendo para ir pagando todo lo que me prestaron”, indicó.
“Tiene como tres o cuatro meses que regresamos a vender, durante la pandemia no hacia nada, no podía trabajar, todo el día estaba en mi casa, me prestan acá para que salga para comer, tengo tres hijos fue bastante complicado, había días que hasta pena me daba porque no tenía para darles de comer, es difícil”, comentó.
Desde su perspectiva, reconoció que esta situación sanitaria no terminará pronto “yo pienso que la pandemia vino para quedarse, dice que con las vacunas ya, nos van a inyectar, pero va a ser lo mismo, vamos a seguir usando esto [señala el cubrebocas], unos dicen que no hay que vacunarse, otros que sí, pero no hay certeza.
Ambos artesanos se incluyen entre los miles de yucatecos que, debido a la pandemia, han tenido que acudir a diversas alternativas para mantenerse trabajando, para sostener así a la familia.
SY