Yucatán

Familias de la colonia Amapola son amenazadas con perder sus hogares en Mérida

Son siete las familias afectadas que han habitado durante 20 años la colonia, y ahora se encuentren en incertidumbre ante las amenazas de dos presuntos dueños
Los colonos pagaron miles de pesos por un terreno para construir, Lucy Barragán, la dueña original, nunca les entregó recibos / África Sevilla

En la colonia Amapola, ubicada en el poniente de la capital yucateca, existe una calle con una grave problemática que tiene en incertidumbre a varias familias, ya que dos sujetos se han presentado para decirles que ellos son los dueños de los terrenos donde han estado asentadas sus casas durante los últimos 20 años.

De acuerdo con los vecinos de esta zona habitacional, son siete las familias que están a punto de perder su hogar y comentaron que, aunque a ellos no los han despojado, a otros colonos sí, por lo que sus casas pasaron a manos de gente que revendió los predios para que fueran habilitados como oficinas administrativas o talleres.

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Los quejosos aseguran que el problema de raíz se llama Lucy Barragán, quien era la dueña de los terrenos donde están sus viviendas y a quien le pagaron diferentes cantidades de dinero con la idea de forjar su patrimonio. Hoy su inversión se ve amenazada porque la mujer nunca les otorgó documentos que los acredite como dueños.

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Una de las afectadas, como ya informó el periódico POR ESTO!, es Reyna María Euán Euán, quien comentó que un hombre se presentó el lunes pasado para indicarle que él era el dueño de la tierra donde había construido su casa. Le dio tres días para desalojar, pero hasta ayer sábado, la amenaza del hombre sólo había quedado en palabras.

El sujeto que reclama los terrenos se llama Arturo Totosau y la entrevistada indicó que no quiso mostrar algún papel que acredite que él es dueño. “Sólo nos dijo que él era el propietario desde hace 10 años”, comentó Reyna María Euán Euán, quien mencionó que la problemática que vive ella y su familia es compartida por varias de sus vecinas.

Tan sólo sobre la calle 54 de la colonia mencionada, hay cinco predios con el mismo problema.

Uno de ellos, el número 417, es el de María Soledad, quien indicó que Julio Eustaquio Uc llegó a su casa con el objetivo de sacarla. “Nos dijo que salgamos de acá, que, porque él ya había comprado el terreno”, comentó la entrevistada.

María Soledad comentó que hace tres años se presentó el hombre y aunque hasta la fecha no se ha vuelto a presentar, teme que Julio Eustaquio Uc se presente de nuevo, ya que hace poco otro individuo se acercó a casa de su hermana para intentar sacarla. “Si no queremos salir, debemos pagar 300 mil pesos para que nos quedemos con la casa”, reveló.

“Yo me preguntó qué le debemos pagar a ellos, si nosotros somos quienes hemos vivido la casa”, comentó la mujer.

Al igual que su vecina, María Soledad le pagó 15 mil pesos hace más de 20 años a Lucy Barragán, pero nunca le entregó un documento que acredite que ella es la dueña. “Sólo el recibo de luz y agua está a nombre de mi esposo”, comentó.

Mirna Canul es otra vecina que vive la misma problemática y, aunado a eso, comentó que la han demandado para que desaloje. “Nos llegó una demanda diciendo que yo rompí candados y respondimos a ella en 2020”, compartió la entrevistada, quien dijo que todos los contratos de agua y luz están a nombre de su esposo, Ranulfo Selmo.

“No puede ser que nos llegue una demanda a mí y a él, diciendo que nos iban a desalojar”, comentó contrariada Mirna Canul, quien agregó que luego de un año de esa querella, hasta la fecha no ha habido otra demanda.

Señaló que el propio Julio Eustaquio Uc se ha acercado a ellos para decirles que él es dueño del terreno.

La entrevistada comentó que la licenciada que la ayudó a responder la demanda y que estuvo investigando sobre el caso ante el Catastro Municipal, le explicó que en los registros “apareció que realmente él no era el dueño, a él le donaron los terrenos y no sabía que éstos ya estaban habitados. O sea, él nunca compró nada como vino a comentarnos”.

Antonia Selmo vive en el predio marcado con el número 500 de la calle 54 y también es otra afectada. “Me vinieron a amenazar para que yo me saliera de la casa”, comentó la entrevistada, que, al igual que los otros afectados, dijo que le pagó su predio a Lucy Barragán. “Yo le pagué 15 mil pesos hace más de 20 años”, compartió.

“Todos tenemos miedo que, así como ellos (refiriéndose a la familia de Reyna Euán Euán) que los vienen a amenazar, tememos que nos vayan a quitar nuestras casas porque no tenemos a dónde ir. Lo único que podemos hacer es defender nuestras cosas”, comentó la señora, quien dijo es hermana de Ranulfo Selmo Gil.

Debido a su edad, a María Luisa Cauich, otra de las afectadas, comentó que le duele lo que está pasando. “Yo no le debo a la ‘doña’ (Lucy Barragán). Y ella dijo que, si queríamos los terrenos que lo paguemos y nosotros estuvimos de acuerdo, no lo negamos. Pero que nos dé oportunidad de pagarlos”, comentó la mujer de la tercera edad.

La entrevistada detalló que pagó 17 mil pesos por el pedazo de tierra donde levantó su hogar y destacó que hace 23 años que vive en la Amapola. “Cuando llegué esto era monte, no había carreteras. Sólo con bicicleta podíamos entrar. No había ni luz ni agua”, comentó la mujer, quien comentó que Julio Eustaquio Uc se ha acercado a su casa para intentar desojarla.

Cecilia Euán, hija de Reyna María Euán Euán, comentó que ella es una de las víctimas de la “mafia inmobiliaria”, ya que perdió su casa que estaba a una cuadra de donde vive su mamá. “Yo vivía en la calle de atrás. Hace cuatro años nos quitaron la casa por un señor que se apellida G. Espadas”, comentó.

“Nos dijo que ellos tenían los documentos, pero ya ve que ahora todo es comprado, es corrupción y ya nos sacaron”, señaló la entrevistada, quien dijo que a pesar de tener papeles la sacaron, por lo que tuvo que regresar a casa de sus padres para vivir, pero también existe el riesgo de que pierdan su hogar.

Agregó que el último despojo de la zona se vivió en enero pasado. “Esa vecina, como tenía un poco de recursos, ella tardó defendiendo su casa. Metió amparos y todo, pero cuatro años después la sacaron usando la fuerza pública y se tuvo que ir. Gastó su dinero defendiendo su hogar”, comentó.

Así como esta vecina, de quien los vecinos identificaron como Sugely, unas cuatro o cinco familias más han sido desalojadas por personas que nunca en su vida habían conocido, quienes después de apoderarse de su patrimonio, revendieron los terrenos a gente que construyó casas, oficinas administrativas o talleres mecánicos.

Debido a esta situación, todos los vecinos afectados han pedido apoyo a las autoridades que encabeza el gobernador Mauricio Vila Dosal, para que detenga estos atropellamientos, ya que no quieren correr la misma suerte de perder su hogar, ahora que la zona está modernizándose con el parque “Paseo Henequenes”.

SY