Con apenas 2 mil personas que registró la Dirección de Seguridad Pública Municipal, el Malecón Tradicional volvió a tener actividad en toda su prolongación luego de dos días que fueron afectados por fuertes lluvias con ráfagas de viento hasta de 60 km/h en la costa. La diferencia en este domingo fue que la lluvia se presentó hasta las 19:00 horas.
El puerto amaneció con ligeras lloviznas a lo largo de las primeras horas del día, lo que impidió que deportistas realizaran sus rutinas utilizando las instalaciones del tramo “Romeo Frías Bobadilla”. Parte de los afectados fueron incluso un grupo de más de 20 ciclistas que tuvieron que esperar resguardados en los bordes de los restaurantes a que mejorara el tiempo, pero este no cedió.
Alrededor de las 10:00 horas, el clima mejoró considerablemente, aunque el cielo permaneció nublado y con viento agresivo que ni siquiera dejó que los rentadores de palapas pudieran instalar cómodamente sus insumos de trabajo.
Para el mediodía, alrededor de 2 mil personas llegaron a disfrutar de un día nublado, con clima benevolente. Parte de los desperfectos que se presentaron en la zona turística fueron los charcos de grandes longitudes que dejaron los aguaceros que se tuvieron desde el jueves. Estas mismas características se presentaron en calles aledañas que alcanzaban incluso el primer cuadro de Progreso.
“Es complicado trabajar así. La gente que viene al puerto en fines de semana lo hace desde el interior del Estado. Nuestras ganancias las trae el público local y aunque no sea la misma que deja el nacional o el extranjero, que paga con dólares los productos, estamos a la orden de la llegada del yucateco. Pero, con lluvias, éste no sale de su casa y eso nos perjudica”, comentó Ricardo Estrella, artesano.
El lapso de mayor afluencia se dio entre las 14:00 hrs. y las 17:00 hrs., ya que los bañistas pudieron disfrutar de un clima de 31 grados centígrados con sensación térmica de 33. Al igual que los fines de semana anteriores, los visitantes aprovecharon para consumir en el área de arena botanas, pescado frito, refrescos y cervezas. Tampoco faltaron quienes, aun con el agua helada y las olas que se azotaban en la orilla de forma violenta, se metieran al mar.
Misma respuesta se tuvo en algunos vendedores ambulantes entrevistados quienes indicaron que las cantidades generadas, no rebasaron sus expectativas: “viernes y sábado fueron días para el olvido. La lluvia cayó a eso de las 13:00 horas. Cuando menos hoy saqué un poco de ganancia, alrededor de 500 pesos nada más; la asistencia de nosotros hoy se redujo porque venir representa gasto también”, indicó Antonio Caamal.
En el desarrollo del lapso mencionado, en los restaurantes cercanos a la estatua de Juan Miguel Castro, se vio gran cantidad de comensales que provocaron que el lleno permitido por la Secretaría de Salud se viera rebasado y algunas familias terminaran esperando mesa en las afueras de los establecimientos sin conservar la sana distancia.
Esto mismo se repitió en las filas que se hicieron en los expendios de cerveza y tiendas de autoservicio, donde hasta se veían niños y adultos mayores que acompañaron a sus familiares a la playa.
“Es una lástima que ya sean tres días con el clima así. Desde el viernes quería venir a celebrar el cumpleaños de uno de mis hijos y sólo hoy se pudo, pero no nos dejó el mal tiempo, estuvimos limitados, al ser domingo nuestra última opción nos arriesgamos a venir, pero no fue lo mismo”, argumentó Cinthia Chablé.
En lo que respecta a la seguridad, gran cantidad de patrullas estuvieron recorriendo la prolongación tanto del malecón como del centro del puerto, arrojando un saldo blanco. Solamente se registró un accidente automovilístico en el Oriente de la ciudad sin ningún herido.
El día finalizó con la llegada de la lluvia a magnitud creciente, justo a las 19:00 horas, por lo que bañistas y comerciantes se retiraron poco a poco del malecón a fin de no mojarse o de regresar a casa.
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GH