El “lavado de manos”, mejor conocido en lengua maya como “p’o’ k’ab”, después del bautizo de un menor, es una tradición y costumbre muy arraigada de la cultura yucateca, que con el pasar del tiempo las nuevas generaciones se han ido olvidando de ellas, o en su caso modernizando algunos detalles, manifestó Federico Osorio Mena, cronista de la villa de Temozón.
En resumen, esta ceremonia de rito maya utiliza como objetos principales, de acuerdo a la costumbre de hace muchos años, flores, ruda, sillas para adornar, agua bendita, servilletas bordadas con motivos de cruces, una jícara, dos sillas para los padrinos.
De acuerdo a la costumbre de los ancestros, se colocan las dos sillas adornadas previamente, luego se invita a los padrinos de bautizo del niño o niña a sentarse, seguidamente los padres se arrodillan frente a los padrinos entre los presentes, se reza el Padre Nuestro, Ave María, y se persignan.
Después se les entrega a los padrinos dos velas adornadas con la siguiente descripción: un par de flores amarradas en forma de cruz incrustadas en la vela, acto seguido los padrinos adornan con flores la silla que simboliza que reciben con mucha fe a sus nuevos compadres.
Seguidamente se da inicio al lavado de las manos, mismo que se hace dependiendo del sexo del bebé, si es hombre inicia el papá lavando las manos del compadre, si es mujer la mamá empieza lavando las manos de la comadre.
En este momento los padrinos extienden las manos y forma una cruz con los pulgares, mientras los papás sirven el agua bendita en una jícara y sumerge un manojo de ruda adentro del agua, e inician formando una cruz en la parte frontal y en las palmas de las manos y se lavan las manos de los padrinos con el apoyo de la ruda.
Después de esto se secan con las servilletas las manos de los nuevos compadres, mismas que es muy importante que tengan bordados en forma de cruz, ya que este rito pertenece a la religión católica desde la antigüedad.
De acuerdo al cronista, en este momento los papás secan las manos de los padrinos, luego le dan un beso del lado de las palmas, y en este momento los padrinos ayudan a los papás a levantarse porque recordaremos que éstos están hincados.
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GH