En el último año cuatro anexos que combaten las adicciones se han visto involucrados en hechos presuntamente delictivos, los cuales son investigados por las autoridades ministeriales.
En dos de ellos se han cometido crímenes relacionados con las graves secuelas que deja el consumo de las drogas en los internos y en los otros dos se registraron escándalos de índole sexual.
El último que se hizo público fue el suscitado en el centro de rehabilitación “Vida Yucatán”, donde se acusa directamente al director del lugar de cometer abusos tanto físicos como sexuales.
Asimismo, es señalado como la persona que le dio una sobredosis de droga a uno de los internos y que le provocó la muerte hace un mes.
El 24 de junio de 2020 en el centro de rehabilitación “Monte Cristo”, se cometió un homicidio donde un grupo de tres internos, bajo los efectos de las drogas, atacó a otro interno. Los sujetos lo ataron de pies y manos y luego lo mataron a golpes, así fue relatado durante un juicio oral.
Los implicados fueron detenidos, juzgados y sentenciados a 15 años de prisión, es decir, menos de la pena mínima por el delito de homicidio calificado. La defensa intentó demostrar que actuaron de manera inconsciente, producto de los efectos de las drogas.
El 25 de febrero, en el anexo “Sangre Renovadora”, ubicado en la colonia Francisco Villa Oriente en Kanasín, un grupo de jóvenes, entre ellos menores de edad, que se encontraban en rehabilitación, denunciaron que fueron víctimas de abuso sexual por parte Omar H.L., mejor conocido como “padrino”, quien era el director del anexo.
Las víctimas relataron que sufrían abusos físicos, sexuales y que las manipulaba psicológicamente para que crean que era parte del proceso de rehabilitación. El lugar fue cerrado y se rescató a cerca de 30 jóvenes en tratamiento. El caso está bajo investigación de las respectivas autoridades ministeriales.
El 13 de marzo, Isamel Alejandro A.C., interno del anexo “Un Nuevo Comienzo”, ubicado en Xelpac, en Kanasín, le clavó una herramienta de pico en la cabeza a uno de sus compañeros mientras dormía. El joven resultó gravemente herido y, al día siguiente, murió en el hospital.
El inculpado sufrió una crisis de delirio de persecución por lo cual atacó a su compañero que descansaba en una hamaca. El atacante fue detenido y turnado a las autoridades; está a la espera de su juicio. Sin embargo, no se encuentra en el Cereso, sino en el Hospital Psiquiátrico, debido a que las drogas le han generado problemas neurológicos y de esquizofrenia.
El último de los casos salió a la luz pública la semana pasada cuando los familiares de Erick Quintal Manzanero, realizaron una protesta para denunciar maltrato físico y sexual al interior del centro de rehabilitación localizado en Juan Pablo II. Acusaron al director de haberle dado una droga lo que le provocó una sobredosis que le causó la muerte, además de que el ahora fallecido sufría violencia física.
Tras las denuncias públicas, dos jóvenes que estuvieron internadas en“Vida Yucatán” denunciaron que sufrieron abuso sexual, por lo que la dependencia ya realiza indagaciones.
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GH