El “Club de la Tortuga Telchac Puerto” reportó que se encuentran en situación de alarma tras registrar más de 100 nidos en su campamento, aparte de que se han tenido varios enfrentamientos con ciudadanos que hacen caso omiso y entran con sus vehículos al área de anidación.
Por cuestiones de seguridad, la persona encargada del grupo ambientalista prefirió guardar el anonimato, esto por las constantes rencillas con los bañistas que hacen caso omiso a las zonas donde los quelonios dejan sus huevecillos.
“Por ahora tenemos un par de campamentos en el Oriente y Poniente para resguardar los huevos, ocupando desde la playa del Hotel Reef hasta las cercanías de Uaymitún, para ello se cuenta con 40 voluntarios tanto de Telchac como de otros poblados cercanos, todos han sido instruidos e informados para actuar de la manera correcta en caso de presenciar un recale”, informaron en la agrupación.
El encargado señala que el primer caso se dio el 15 de abril y el último hace apenas un par de días, por lo que se estima de que en esta temporada, antes que finalice en octubre próximo, se hayan contabilizado alrededor de 500 nidos.
“En el campamento del Poniente hemos tenido 58 nidos y en el Oriente alrededor de 70; ahora estamos analizando los recales, ya que a diferencia del puerto de Progreso donde llegaron quelonios de Lora, aquí sólo ha llegado la especie Carey, aunque se estima que en este mes llegue la tortuga blanca”, especificaron.
En el mundo existen siete especies de tortugas marinas, de las cuales seis arriban a las costas de la República Mexicana; en la Península de Yucatán arriban tres y en el litoral del Estado de Yucatán sólo se tiene registro de anidación de la tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) y Blanca (Chelonia mydas), aunque han habido avistamientos enfrente del litoral yucateco de otros ejemplares, que usan la plataforma continental para migrar entre los sitios de refugio, alimentación y reproducción.
Este club, también cuenta con el apoyo del Comité para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas del Estado de Yucatán (COCTOMY), así como constante comunicación con el Programa de Atención y Rehabilitación de Tortugas Marinas de la Costa de Yucatán (PARTMACY) que pertenece al Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (CET-Mar), en la colonia Nueva Yucalpetén.
“El problema con la gente que invade las zonas de nidos es de todos los años, la verdad no es ninguna novedad, en este año apenas el domingo pasado, tuvimos un problema en el cual un voluntario nuestro resultó envuelto en un lío que parecía salirse de control”, indica en la entrevista el representante del cuerpo de rescate.
El incidente se suscitó cuando un hombre salió de un domicilio particular con una camioneta que arrastraba una lancha, el problema era que a menos de un metro de su puerta tenía cinco nidos cerca. Al ver el peligro que representaba para la especie, los vecinos optaron por comunicarse al grupo; sin embargo, al llegar el voluntario se inició una breve discusión que terminó con la llegada de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), retirando al voluntario y sin sancionar al bañista.
“Aquí en Yucatán hay un comité de protección a la tortuga, sabemos que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS Yucatán), que también tienen injerencia, están vinculados a la SSP, pero nunca se procede contra la gente que invade el área de nidos”, explica.
Cabe mencionar que semanas antes de la temporada de anidación, los voluntarios junto con su líder acuden a diferentes puntos de Telchac y centros turísticos, a fin de brindar información, aunque esto según afirma el entrevistado, es en vano ya que se vuelven a cometer estos atentados contra la biodiversidad.
Como se sabe, todos los quelonios marinos que se reproducen en México, están protegidos por la NOM-059-SEMARNAT-2010, donde figuran en la categoría “P”, es decir, en peligro de extinción. Por ende, está prohibida su captura, así como su aprovechamiento y la extracción de sus huevos, inclusive para consumo humano y/o de supervivencia.
De acuerdo con el artículo 420 del Código Penal Federal, se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y multa que va de los 300 a los 3 mil UMAs, a quien ilícitamente recolecte o almacene los productos (como son los huevos) y subproductos de tortugas marinas, y se aplicará una pena adicional de tres años más de prisión y hasta mil días de multa adicionales a quienes realicen estas actividades en un área natural protegida.
“Parte del problema también se tiene porque entre la maleza y la zona de casas-habitación no tenemos playa, ahora hay alrededor de 10 metros, cuando todavía hace menos de un lustro teníamos 30; esperemos que las autoridades actúen en base al tema para que este problema deje de hacerse presente y los huevecillos dejen de sufrir atentados”, concluyó.