En el marco del Día Mundial de la Bicicleta, habitantes indicaron que el uso del vehículo en el municipio de Tekal de Venegas, se extendió desde el año 1965, cuando un conocido vecino las trajo para rentar.
Fue en la cuarta década del siglo pasado cuando al pueblo ya había llegado la primera bicicleta, instrumento empleado por personas de cierto poder adquisitivo.
Francisco Euán Chan, historiador, comentó: “eran pocas las personas que tenían bicicletas hasta para mediados del siglo pasado. Era un lujo porque no sólo la podrías usar para salir a recrearte o hacer ejercicio como ahora, sino que era usada principalmente como medio de transporte de las personas; poco a poco su uso llegó a todos los sectores de la población, principalmente los que tenían que trasladarse hasta sus ranchos o milpas, o bien, para transportar sus cosechas del campo y para traer leña. Recuerdo cómo antes se veían las hileras de señores que traían en la parrilla de sus bicicletas sus tercios de leña. Y aún hay personas que así traen su leña para vender”, explicó.
Euán Chan indicó que, en el año 1965, Luis Briceño, vecino de la plaza principal, trajo un lote de 10 o 12 bicicletas que se rentaban a la población. El precio de renta era de 20 centavos la hora.
Francisco compartió: “en ese entonces, yo tenía como ocho o nueve años. Recuerdo que las bicicletas eran una novedad. Todos querían montar o aprender a manejarla. Fueron las primeras bicicletas que llegaron a nuestro pueblo de Tekal. Antiguamente, la gente iba caminando a Izamal, por ejemplo. Todo era a pie o en caballos o carretas. Pero la bicicleta vino a favorecer los traslados”, manifestó.
Por su parte, José Rodríguez, habitante, comentó: “en bicicleta venía el padre Avelino Carvajal desde Temax a oficiar la Santa Misa o dar los sacramentos. En una ocasión, el padre se cayó con su bicicleta, creo que la cadena se arrancó, pero llegó caminando y aquí se le atendió y se curaron sus heridas”, recordó.
Marcos Pech indicó que “la bicicleta es un medio de trabajo. Con esto me voy tanto a mi parcela a traer leña como para salir a ver mis pendientes en el pueblo. Mi bicicleta tiene años, la cuido y siempre que tiene algún problema aquí mismo me la reparan”.
No obstante, otros habitantes señalaron que las bicicletas forman parte principal del panorama provincial de Tekal de Venegas, su uso como de recreo tanto para transportarse a cualquier punto de la población colonial y tiendas, o bien familiares y barriales, sigue siendo vigente.
Cabe mencionar que el Sector Salud ha colocado en sus páginas oficiales una larga lista de beneficios en la salud de los que practican y usan este medio de transporte, entre ellos destacan que ayudan a quemar calorías del cuerpo, protegen las articulaciones, combaten el dolor de espalda, ayuda a dormir mejor, aumenta la capacidad pulmonar de respirar y calma el estrés, entre otros.
Según habitantes, hace 10 años, la Ciudad de Reyes, Tizimín, fue considerada un pueblo bicicletero, pues, indican, la mayoría de los habitantes se trasportaba por medio de este vehículo.
Elmer Díaz Ruiz, apasionado de las bicis, dijo que son muy pocas las personas que las utilizan como medio de trasporte.
Dijo que las personas que mayormente tienen un vehículo de ese tipo son los que practican el ciclismo, “más bien, lo tienen por deporte y por cuidar su condición física”, agregó.
En la ciudad existen clubes de bicicletas con 50 integrantes. Actualmente son contadas las personas que utilizan la bicicleta como medio de trasporte, de acuerdo a datos proporcionados por la Dirección de Seguridad Pública.
Personal de la dependencia refirió que son muy contados los accidentes en los que se ve involucrado un ciclista. Reportan que, en la mayoría de los casos, los involucrados son motocicletas.
Por otra parte, en sus estadísticas se indica que no existe un registro exacto de las bicicletas por ser un vehículo en desuso, al menos en el municipio.
No obstante, personas indicaron que conforme han pasado los años, la gente poco a poco ha estado desplazando la bicicleta por otros medios de trasporte más rápidos, impulsados por motores.
La sensación de contar con una bicicleta como trasporte “pasó de moda” hasta en el año 2000. La gran mayoría de la población tanto adultos, jóvenes y niños contaban con bicicleta para ir al centro de la ciudad, donde gustaban dar varias vueltas al parque principal como una medida de distracción. Otros lo utilizaban para llegar en sus centros laborales. Pero conforme fueron llegando las motocicletas, que se empezaron a vender con facilidades de pago, la gente fue rezagando este medio de trasporte al grado de desplazarlo.
Por otra parte, en Hunucmá, Silvia Vargas, vecina de la localidad, quien todos los días hace ejercicio en uno de los gimnasios del centro de la ciudad, dijo que su bicicleta, al igual que para sus demás compañeras, es un medio de transporte indispensable, además de que le ayuda en su rutina diaria para mantenerse en forma.
En el municipio, la bicicleta es muy utilizada por gente de todas las edades por las facilidades para obtenerla a crédito y por ser un medio más ágil para trasladarse de un lugar a otro; se multiplican en gran número en esta ciudad y otros municipios del interior del estado, señaló Cosme León, un veterano mototaxista.
Añadió que la bicicleta es uno de los vehículos de dos ruedas más populares, además de que tiene la característica y la ventaja de ser personal y ecológica.
Virginia May, otra vecina de esta población, consideró que cada vez menos gente usa la bicicleta, aunque reconoció que la mayoría de las personas que las utilizan son jóvenes del sexo femenino para ejercicios de rutina.
También, en Acanceh, gran parte de la ciudadanía utiliza una bicicleta, ya sea como medio de transporte económico, por ser buena para la salud o bien algunos la usan como herramienta de trabajo.
De acuerdo con Cinthia May, para salir de compras lleva su bicicleta para llegar puntual y no estar buscando algún mototaxi que la lleve. “Diario era lo mismo, salgo a la esquina y ningún taxista me quiere llevar, alegan que están ocupados, creo que llevan algún fantasma porque yo los veo vacíos, pero no me quieren llevar. Por eso, mejor decidí a reparar mi bicicleta y con ella salgo a hacer mis diligencias”, dijo la mujer.
Mencionó que, hace poco comenzó a utilizar de nuevo su bicicleta, ya que en muchas ocasiones, al no encontrar mototaxis disponibles, tenía que caminar varias cuadras para regresar a casa.
Por su parte, Pedro Pech Canul, indicó que, a la semana, tenía que gastar casi 100 pesos para acudir al mandado: “son 10 pesos o hasta 15 diarios para ir y regresar. A la semana me gasto casi 100 pesos en mototaxis, y eso cuando se les da la gana de llevarte, porque a veces no quieren. En cambio así me voy en bicicleta; es más económico y más saludable porque hago ejercicio”, aseguró.
Marina Euán es otra vecina que, en las últimas fechas, está utilizando su bicicleta. Según indicó, la usa por comodidad y sobre todo porque le hace bien a su salud.
“Desde que cerraron el mercado y para poder encontrar todo lo que necesito para mi comida, tengo que ir a muchas calles. Decidí salir en bicicleta; si no, imagínate cuánto tengo que pagar por que me lleven a varias partes. En cambio así no me cuesta nada y aparte que el pedalear a diario es bueno para la salud”, manifestó.
Incrementa su uso al surgir la pandemia
En Umán, tras la llegada de la pandemia, la bicicleta se ha vuelto fundamental para el traslado diario de los umanenses, ya que aproximadamente el 40 por ciento de los habitantes del municipio ocupan este transporte, que está sólo por debajo de los mototaxis como principal medio de transporte.
En Umán existen varios estacionamientos de bicicletas, cuya función es evitar que los pobladores dejen expuestos sus transportes, por lo que los colonos solicitan a las autoridades designar a personas que controlen estos estacionamientos para una más seguridad y así generar empleos en la comunidad.
“Aquí hay varios lugares donde se pueden dejar las bicis, pero opino que debería haber una persona que cuide las bicicletas, sobre todo durante las noches, ya que, por ejemplo, la de aquí de la plaza sirve para los que van al supermercado o algún lugar cercano, y ya me ha pasado que dejé la mía. Cuando regresé, ya le habían quitado la montura. Aunque la dejes encadenada, los ladrones encuentran qué llevarse. Lo peor es que en ese instante nadie ve ni escucha nada”, dijo Marco Leyva.
Noemí Zapata comentó que “es un medio de transporte económico, ya que lo único que implica de gastos es por si se te poncha la llanta o si le hace falta aceite y cositas así. Al no consumir gasolina, no genera gastos extra. Además, sirve para hacer ejercicio, cuidar tu salud y el medio ambiente pues no emite gases tóxicos que se van directo a la capa de ozono”, explicó.
Pese al pasar de los años, la bicicleta se ha mantenido como un medio de transporte que no decae entre el gusto de las personas. Sin embargo, su uso se limita actualmente a cuestión de gusto y condición física, pero aún relevante por cuestión económica y ahorrativa.
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GH