A más de una semana del bloqueo realizado por la Asamblea Ejidal de Chablekal, en el acceso principal de Dzibilchaltún, el integrante de la agrupación, Octaviano Euán Flores lamentó que desgraciadamente sus anteriores representantes hayan caído en estas prácticas de fraude, corrupción y desinterés, que favorecen a unos cuantos, mientras que el resto de los pobladores del ejido se quedan con nada.
“Les tapan la boca con un poquito y comienzan a decir que está duro pelearlo porque es contra el Gobierno Federal, así han pasado 50 años, hasta que la actual representación del ejido comenzó a trabajar”, compartió el septuagenario.
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Euán Flores agregó que, al momento de ocupar las tierras, representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pactaron de palabra distintos beneficios para Chablekal, como construcción de albarradas y bebederos para ganado, pero al paso de dos años se abandonaron las acciones en beneficio de la comisaría meridana.
“Ellos te ofrecen todo, la Luna, el Sol, las estrellas, pero después se olvidan y no dan nada. Ni un peso, es más, de las 360 personas que conformamos la Asamblea, ninguna trabaja aquí, tan siquiera 10 personas que se hubieran visto beneficiadas con el empleo, pero nada”, argumentó.
En ese sentido, Arcadio Quijano dijo que la zona arqueológica no ha beneficiado para nada al pueblo de dicho lugar, más allá de los turistas que pasan en sus autos por las avenidas del poblado.
“Han pasado muchos comisarios de los ejidatarios que se dejan comprar, no dicen nada. Si ellos no nos pagan nosotros no nos quitamos. No por hacer mal, pero si nosotros nos vamos, ellos no nos van a dar nada”, explicó en referencia al campamento permanente, instalado desde el pasado 2 de julio.
Por su parte, el comisario ejidal, Manuel Aban Can, explicó que durante varias décadas hubo comentario cero entre el ejido y el INAH, respecto al pago de los terrenos que forman parte de la zona arqueológica, por lo que los convenios realizados fuera del papel dejaron de ser atendidos y quedó muerto el trato.
Aban Can recordó que, al paso de los años hubo un despertar por parte de los ejidatarios respecto al cobro de las hectáreas a manos del INAH y es así como en 2009 los primeros realizaron una demanda para la expropiación, pero se quedó estancada por la falta del respaldo de su Asamblea.
“Fue hasta 2018, cuando comenzó una nueva administración en el comisariado ejidal de Chablekal, cuando se decidió retomar la lucha legal por el pago de los terrenos que hasta ahora les pertenecen”, señaló.
Finalmente, el comisario compartió que en 2020 iniciaron un nuevo procedimiento legal para la creación de un contrato de ocupación previa con el INAH, para el pago de las tierras que les fueron despojadas desde hace 62 años.
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GH