Vecinos del puerto informaron que son nulos los avances sobre el caso de los geotubos que fueron instalados en la zona de playas y duna, provocando un daño ambiental, pues ya no hay anidaciones de tortugas y sus viviendas se han visto afectadas cuando hay mal clima.
Como se informó el 20 de junio, Rocío Carrillo, vecina de la zona, declaró que todo el problema inició en los meses de enero y febrero del presente año, en temporada de vaciante marina, cuando un grupo de ingenieros, con el aval de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), se reunieron con los colonos para plantearles el proyecto sobre los geotubos, que servirían para crear arenales y una zona artificial para impedir que el mar siga erosionando y el agua llegue a las casas que se encuentran a la orilla de las playas. Sin embargo, la declarante indicó que la gran mayoría de los pobladores se opuso, pero ellos siguieron adelante.
Incluso, añadió, las autoridades municipales lograron frenar la obra un día, pero luego llegaron ingenieros que supuestamente contaban con permisos de la SDS y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Tras lo anterior, Rocío Carrillo informó que han acudido representantes de la SDS con su departamento jurídico, “pero no llegamos a alguna solución, los funcionarios insisten en que no hay recursos para realizar las medidas correctivas, además que nos presionan para retirar el amparo que interpusimos para frenar los trabajos, pero no ofrecen nada para reparar el daño que han causado”, indicó.
Agregó que “dijeron que el error es del constructor y que no debieron colocar unos remates, al inicio y final del geotubo, que por eso se creó el ecocidio. Vinieron y quitaron los remates y, al hacerlo, se frenó la afectación aparentemente, aunque el daño está hecho, no hay nidos de tortugas y en temporada de mal tiempo el mar ingresa a las viviendas”, aseveró.
En breve recorrido se observó que, al paso de las semanas, el daño es cada vez mayor, sin que hasta la fecha alguna autoridad estatal se haya pronunciado al respecto.
Por último, Rocío Carrillo y un grupo de vecinos exigieron que se restauren las playas como estaban, que reviertan los daños generados por estas estructuras para el bienestar del ecosistema marino y de ellos.
Los afectados han interpuesto amparos ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Semarnat contra las autoridades que otorgaron los permisos a fin de exigir que se retiren esas estructuras. Además, piden que se revierta el daño ocasionado, el cual califican como ecocidio.
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GH