De acuerdo a la Secretaría de Salud, en Yucatán más del 80 por ciento de las personas que se han contagiado de coronavirus durante la pandemia, la enfermedad transcurre sin mayores complicaciones, debido a que no presentan síntomas severos, por lo cual los gastos son mínimos, y sólo requieren medicamento para controlar la temperatura, las molestias como dolor de cuerpo y diarrea y cuidar su alimentación. Sus gastos no superan los cinco mil pesos en las dos semanas de convalecencia.
Sin embargo, para otras personas con complicaciones derivadas de comorbilidades, el costo de tratamiento en la casa u hospital se incrementa de tal manera que puede llegar a costar hasta casi un millón de pesos, de acuerdo a testimonios recavados.
De acuerdo con los datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE), en la presente pandemia se han registrado 51 mil 203 casos confirmados de la enfermedad, de estos 44 mil se han recuperado, es decir, el 85 por ciento.
Asimismo, ocho mil 803 personas han requerido hospitalización, de estos el 91 por ciento fue atendido en un hospital público y el nueve por ciento en un nosocomio privado, es decir, 792 personas han sido atendidas de forma particular y que tiene área COVID.
En los hospitales privados de Yucatán no revelaron las tarifas por el tratamiento de coronavirus, ya que según argumentaron es información confidencial que sólo se les da a familias de pacientes hospitalizados.
Monserrat, vecina de una comisaría, ubicada al Nor-Oriente de Mérida, indicó que tuvo coronavirus, junto con su esposo, ambos son jóvenes, sin enfermedades previas, por lo cual no tuvieron mayores complicaciones, indicaron que sus gastos fueron mínimos, sólo en alimentación y medicamento para controlar la temperatura durante los primeros siete días, luego la fiebre cesó.
Indicó que probablemente, su esposo se contagió en su trabajo y a la vez, la contagió a ella y sus dos hijos. “Gastamos menos de cinco mil pesos durante las dos semanas de convalecencia”, indicó la entrevistada.
Sin embargo, no todas las familias con un enfermo de COVID-19 corren con la misma suerte, pues en el caso de Yolanda C., vecina de una colonia ubicada en el Poniente de Mérida, su familia ha gastado hasta el momento poco más de 400 mil pesos, debido a que a más de seis meses de haber superado la enfermedad, aún tiene secuelas.
Indicó que padece de diabetes, por lo cual su estado de salud se complicó, sin embargo, a pesar de que cuenta con seguridad social y que su doctor le recomendó que la hospitalizaran, su familia prefirió que el tratamiento sea en su casa.
Indicó que en su momento se habilitó un cuarto como un mini hospital, por lo cual se tuvo que comprar oxígeno, así como equipo para medir la temperatura y oxigenación en la sangre. Indicó que tuvo neumonía, sin embargo, su cuerpo reaccionó al tratamiento.
Aseguró que la trató un médico que labora en el área COVID, de una clínica particular, donde ella asiste de manera normal, cada consulta tenía un costo de tres mil 500 pesos, cuando normalmente éstas tienen un valor de mil 200.
“Tuvimos que gastar los ahorros de la familia”, indicó la mujer. Explicó que a seis meses de haberse curado del coronavirus, aún tiene secuelas, debido a que presenta fatiga cuando hace esfuerzo y no puede levantar cosas pesadas.
Mencionó que a pesar de que gastó los ahorros de su vida, está contenta, porque está con vida, y que si la hubieran hospitalizado, tal vez la historia pudo haber sido diferente. Por su parte Jazmín R. indicó que hace dos meses su familiar, presenta síntomas de la enfermedad, por lo cual la comenzaron a tratar en su casa, sin embargo, al paso de los días su estado de salud se complicó por lo cual la llevaron a un hospital privado.
Indicó que antes de que los paramédicos bajaran la camilla el personal del nosocomio les informó de los costos de los servicios, asimismo, les hicieron firmar un pagaré por 500 mil pesos.
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Indicó que su familiar pudo superar la enfermedad y se cubrió el monto de la hospitalización que fue de 350 mil pesos.
“Lo que me molestó es que en el hospital primero se aseguran que vas a pagar y luego está la salud de las personas”, dijo la entrevistada.
En agosto del año pasado, se informó del caso de un paciente que ingresó a un hospital privado para su atención médica por coronavirus, tuvo que recurrir a un amparo a una denuncia penal y a una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, para que pueda salir del hospital, debido a que le cobraban un millón de pesos por el tratamiento, sin embargo, la familia sólo tenía 300 mil pesos. El litigio aún está en proceso.
JG