“El regreso a clases deberá ser mixto, privilegiando las clases presenciales, en especial para el sector poblacional del interior del Estado, como en la zona Oriente y Sur, donde no ha habido las condiciones, tecnológicas y económicas, para continuar las clases en línea”, expresó Maribel Berzunza García, licenciada en psicopedagogía.
Aseguró que evidentemente, hay un gran rezago educativo, el cual se verá reflejado en los siguientes ciclos escolares, en especial, para aquellos alumnos que pasarán al siguiente nivel educativo y reiteró que el regreso a clases deberá ser con todos los protocolos de salud.
Algunas organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dan algunas recomendaciones enfocadas a los niños y adolescentes para brindar una educación en línea de mejor calidad, como cuidar la salud emocional, establecer una rutina, no tratar de convertirse en docente en el apoyo educativo, tener todo lo necesario para el proceso educativo, regular el tiempo y fomentar el ejercicio.
Por otro lado, la SEP determinó omitir reprobar alumnos que tuvieran una comunicación constante o intermitente con sus maestras y maestros como medida extraordinaria para garantizar el derecho a la educación en una crisis como la actual.
Berzunza García apuntó que debe hacerse un estudio, para determinar cuáles son comunidades con alto riesgos de contagio y aquellas donde la enfermedad está controlada, y así determinar si se darán las clases presenciales, o si serán mixtas.
Por su parte el maestro, Gabriel de la Cruz Chan, con más de 20 años de docencia en el nivel primaria, indicó que hubo fallas en el programa de enseñanza a distancia y fueron pocos los alumnos que pudieron seguir las transmisiones, asimismo, dijo que se compartían las tareas por Whatsapp, sin embargo, había alumnos que sus papás por falta de trabajo no tenían acceso a internet o para poner saldo a sus celulares.
Explicó que se abrieron grupos de Whatsapp, así como salas de estudios virtuales, sin embargo, fueron muy pocos los alumnos que cumplieron. Indicó que en su caso su grupo, que es de 38 alumnos, apenas 14 cumplieron con al menos el 70 por ciento de sus tareas.
Por su parte Carolina Euán, vecina de la colonia Emiliano Zapata Sur, una de las colonias más marginadas de Mérida, indicó que las clases en la modalidad virtual significaron una carga económica para su familia, debido a que no cuentan con Internet en su casa, tampoco computadora, por lo cual tenían que asignar 100 pesos a la semana para recargas en su celular, es decir, 400 pesos al mes.
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Indicó que su esposo trabaja como recolector de basura, cuyo sueldo es de 4 mil 500 pesos al mes, lo que significa que para el servicio de Internet, para sus clases de sus dos hijos y tareas tenían que asignar el 8.8 por ciento de sus ingresos mensuales.
JG