En Yucatán hay un inventario total de nueve mil 188 viviendas de interés social, el 73 por ciento ubicadas en las periferias, las cuales están en zonas sin servicios ni urbanización consolidada y los tipos de vivienda que se ofrecen, en su mayoría, son de tipo económico, popular y tradicional, que son para gente con menos ingresos, de acuerdo con las estadísticas de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).
La mayoría de las personas accede a un crédito de vivienda a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y lo hace para comprar, en su mayoría, vivienda económica y popular (57.9 por ciento) y tradicional (28.6 por ciento). Los que acceden a un crédito del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) en su mayoría compran vivienda tradicional (50.7 por ciento) y media (37 por ciento).
De la gente que accede a créditos bancarios, que se han entregado 13 mil 382, una buena parte lo hace para cofinanciamiento y subsidios (53.6 por ciento), para completar con los créditos de las instituciones antes mencionadas, mientras otra parte lo hace a través del crédito individual (46.4 por ciento). Hay un equilibrio en cuando al tipo de casa que se compra con estos préstamos, en cuanto a la vivienda tradicional, tradicional, residencial, pero muy pocos que compran de tipo económica acuden a los bancos.
Las cifras del portal de la Conavi confirman el crecimiento expansivo que se ha dado en Mérida, particularmente, donde los desarrollos inmobiliarios se construyen en las periferias y en áreas sin consolidar, es decir, que no cuentan con todos los servicios ni la urbanización necesaria.
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Cabe señalar que, en los últimos 30 años, la superficie urbana de Mérida casi se duplicó al pasar de ocho mil 121 hectáreas, en 1990 a 15 mil 388, en 2019; lo anterior equivale a un crecimiento de 89 por ciento en un lapso de tres décadas y que hoy representa la quinta parte del suelo urbano de la Península.
Sin embargo, todo este desarrollo se dio en las periferias, lo que llevó a que hoy hayan más de 61 mil viviendas están deshabitadas, señaló la doctora en Urbanismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Susana Pérez Medina.
La Conavi proporciona dos indicadores: el primero refiere al inventario total de viviendas en el estado, tanto las que están en proceso de construcción y las que están en venta, que son nueve mil 188 inmuebles. De esta cifra, ocho mil 750 son de tipo horizontal y 438 verticales.
Por lo tanto, la gran mayoría son viviendas de tipo económico, que suman dos mil 653; le siguen las populares, con dos mil 559 construcciones; las tradicionales, con 2 mil 225; de formato medio, que son mil 715; y 36 residenciales.
Cabe resaltar que, de estos nueve mil 188 inmuebles, el 73.5 por ciento (seis mil 760) están ubicadas en la zona clasificada como U3, o sea, están en el cinturón periférico al área urbana y que no está consolidada. En el caso de las que están la zona U1, que es el área urbana consolidada en la que cuentan con equipamiento y servicios urbanos, son las que menos hay en el inventario, con solo 843 edificaciones.
Las que están en la zona U2 o que están en proceso de consolidación, con infraestructura y servicios, son mil 203; mientras que un número menor de 382 viviendas están clasificadas fuera de contorno más allá de la periferia.
El segundo indicador es el de las viviendas que están en venta, sin considerar las que están en construcción, del cual ascienden a tres mil 512. Sin embargo, la tendencia es la misma, pues dos mil 521 están en la zona U3 o en la periferia; 631 están en zona de consolidación; y solamente 185 en zonas urbanas consolidadas. Aparecen 175 fuera de contorno.
En este rubro, los datos indican que de las casas que se están vendiendo, la mayoría son de tipo económico, con dos mil 392; 383 son populares; 441, tradicionales; y media residencial son 296.
La vivienda económica y popular es la que más se oferta, por lo que estas se engloban en un rango de precio que va los 340 mil a 500 mil pesos. Luego viene la tradicional, que va de 500 a los 900 mil; mientras que la de tipo medio, de los 900 mil hasta cerca de los dos millones de pesos; y más allá de este monto está el residencial plus y otras más caras.
En cuanto al acceso al crédito para vivienda, la mayoría de la gente accede a financiamiento por parte del Infonavit. Según datos de la Conavi, hasta el 31 de mayo de este 2021 se habían entregado tres mil 126 créditos, con un monto de mil 393.2 millones de pesos.
En la gran mayoría de los casos, el 75.08 por ciento los préstamos fueron para vivienda nueva; el 23.58 por ciento fueron para adquirir casas usadas; y el 1.34 por ciento fue para otro tipo de inversiones.
Sin embargo, el 57.96 por ciento de los créditos fueron para casas de tipo económica y popular; mientras el 28.6 por ciento fue para adquirir inmuebles tradicionales; para vivienda media, el 11.07 por ciento; y el residencial el 2.37 por ciento.
Es decir que, a los créditos Infonavit acceden los trabajadores de menos ingresos, pues es posible tener un financiamiento ganando, mínimo, 2 mil 724.44 pesos al mes, para recibir 200 mil pesos.
No obstante, el solo crédito muchas veces no es suficiente y por ello se puede acceder a un subsidio de Conavi, para los que ganan menos de 11 mil pesos, y obtienen alrededor de 92 mil pesos.
En este sentido, en Yucatán la dependencia entregó un total de tres mil 39 subsidios por un total de 155 millones 425 mil pesos.
Por su parte, hasta el 31 de mayo el Fovissste entregó 599 créditos, con un monto de 436.4 millones de pesos. La mayoría de estos, 304, se usaron para vivienda tradicional; media, 227; económica y popular 59; y residencial solamente nueve.
En cuanto a los financiamientos con la banca, al 31 de mayo se entregaron cuatro mil 404.2 millones de pesos. De esta cifra, tres mil 796 millones 378 mil 620 pesos fueron créditos individuales, y 607 mil 824 mil 400 pesos se utilizaron para cofinanciar créditos.
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De estos financiamientos, el 26.08 por ciento se usó para comprar vivienda de tipo medio; el 20.18 por ciento para residenciales; tradicionales fueron 18.43 por ciento; el 16.88 por ciento, populares; el 16.74 por ciento, residenciales tipo plus; y el 1.69 por ciento, económicas.
GH