Las playas circundantes a la ciudad volvieron a tener alta actividad, se resalta que las casas veraniegas ya cuentan con una ocupación notoria, por lo que las autoridades policiacas calculan una asistencia en esta jornada dominical de 5 mil visitantes en la costa que rodea a la cabecera municipal y sus puertos aledaños, indicó la Policía Municipal.
Desde la madrugada del domingo, en la parte Oriente de la costa, abarcando Uaymitún y Chicxulub, se realizaron diversas reuniones en la zona de playa, aunque sin llegar a fiestas masivas, como la celebración que tuvo lugar en la entrada “Cabo” durante el domingo de la semana pasada.
Por la mañana, nuevamente se tuvieron rodadas de bicicletas y actividad bajo el puente de las carreteras que colindan con Progreso. Sin embargo, la entrada de los visitantes empezó a originarse desde las 11:00 horas, por medio de vehículos particulares e incluso tours que llegaban desde otros estados del país.
Dos de ellos llegaron desde la capital del país al puerto de Progreso y, a pesar de que las vallas y la cinta precautoria no dejaron arribar a los turistas a la zona de arena, las familias se dedicaron a pasear las nuevas instalaciones del malecón, que recién inauguró el gobernador Mauricio Vila Dosal.
A diferencia de los turistas, los asistentes locales optaron por asentarse a la altura de la calle 76 hasta la calle 80 para convivir en grupo; precisamente sobre la última calle mencionada, a poca distancia de la estatua de don Juan Miguel Castro, se encontraba el escultor venezolano Luis González Ortiz realizando esculturas de arena que eran admiradas por los presentes.
Respecto a los comerciantes y trabajadores de los restaurantes de la prolongación, éstos comenzaron a laborar desde las primeras horas del día. Se resalta que algunos establecimientos del malecón han comenzado a contratar personal.
Parte de los entrevistados en estos lugares aseguraron que la entrada que se tuvo hoy fue gracias al auge que tienen las nuevas instalaciones del Malecón “Romeo Frías Bobadilla”.
“Por ahora seguimos con plantillas alternas, pero con la contratación del personal que estamos tramitando ya tendremos equipo completo para los siguientes fines de semana; desde el miércoles ha habido un repunte, mucho turista nacional ha venido a conocer la segunda etapa del malecón y eso nos favorece a los restaurantes cercanos a esta zona, mucho se piensa que estamos en desventaja por no estar al principio del malecón, pero con la rehabilitación, al final creo que tuvimos mejores oportunidades”, declaró el empresario restaurantero Víctor Nicoli.
Mismo caso presentaron meseros y garroteros, quienes resaltaron que ven con buenos ojos el verano, ya que tras fines de semana con propinas por debajo de los quinientos pesos, ahora aseguran irse a casa hasta con mil pesos íntegros.
“El mesero vive de las propinas, sin clientes no hay fuente de ingresos para nosotros porque no generamos la verdadera ganancia, ahora sin problema estamos atendiendo hasta 20 mesas por día, aunque tengamos sólo un aforo del 70 por ciento de capacidad por la pandemia”, aseveró Virginia Uicab, mesera.
De igual manera, los entrevistados afirmaron extrañar los días de feria en el malecón, pues eso inyectaba ánimo a sus jornadas cuando los restaurantes recibían ocupación no sólo en interiores, sino también en sus mesas de la zona de playa.
La última ocasión que se tuvo una entrada por arriba de los cien mil visitantes, fue en la época del carnaval del año 2020, cuando arribaron cerca de 150 mil personas del 21 de febrero al 6 de marzo que se llevaron a cabo las fiestas carnestolendas y donde hubo una derrama para el puerto de 2 millones 583 mil pesos.
Continúa preferencia de bañistas por las comisarías
En comisarías como Chelem, Chuburná y Chicxulub, la entrada de familias en busca de un rato de esparcimiento en la arena, el mar y el Sol comenzó desde el mediodía, llenando establecimientos dedicados a los platillos del mar y originando una fuente de ingresos para los comerciantes de dichas comunidades, así como también para los progreseños que acudieron a vender sus productos.
“Es complicada la situación con el turismo, mas aún porque nos han cerrado varias veces el malecón, pero ahí es donde uno tiene que ingeniárselas para ir a buscar el sustento; a la familia no se le puede negar el plato de comida, hay necesidades”, expresó una artesana ambulante que coloca extensiones y rastas, que prefirió mantenerse en el anonimato para no tener problemas con el área de recaudación.
La asistencia a estos puertos cercanos a Progreso también generó constante actividad, tanto por visitantes como por residentes temporales, quienes desde sus residencias sacaban vehículos acuáticos para pasear lejos de los bañistas.
“Venir al puerto es tener la tranquilidad que no se tiene en la ciudad, aparte buscamos alejarnos del foco rojo que representa Mérida, nosotros no nos vamos hasta que empiecen las clases”, declaró Flora Balcázar, residente de la tercera edad que desde hace más de 24 años acude a la entrada “Chinitos” de la carretera a Chicxulub para pasar las vacaciones de verano.
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En cuanto a la seguridad, se mantuvieron las respectivas vigilancias de la época vacacional a cargo de la Policía Estatal y la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito. Al final del día se registró un saldo blanco y se colocaron retenes de alcoholímetro al final de la entrada al puerto y en Chelem.
GH