El doctor Francisco Pantoja Guillén, responsable delÁrea de Oncología Pediátrica del Hospital Dr. Agustín O’Horán de Mérida reveló que, aunque “es muy variable” el costo del tratamiento para un menor diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda (LLC), cáncer más común en los infantes de México, esta enfermedad puede provocar deudas millonarias a la familia.
En entrevista con POR ESTO!, el médico especialista explicó que debido a la complejidad del padecimiento, para vencer su resistencia al protocolo, se realizan “combinaciones” de múltiples medicamentos como vincristina, metotrexato, asparaginasa, ciclofosfamida, doxorrubicina y citarabina, entre otros, que al principio se administran cada dos días y después del primer mes, de manera semanal.
Indicó que “a nivel privado” si un paciente requiriera de este tratamiento, dependiendo del tamaño y peso del infante, así como de lo avanzada que esté la leucemia, la familia tendría que desembolsar entre 200 y 300 mil pesos.
“Pero el paciente que tiene complicaciones durante el primer mes de tratamiento, que eso puede ser muy posible porque es cuando viene más afectado y puede reaccionar al tratar de eliminar la enfermedad, puede elevarse a medio millón o hasta 700 mil pesos”, agregó el oncólogo.
Pantoja Guillén aclaró que un protocolo para tratar la leucemia dura un aproximado de tres años, mismo que podría costar desde 1.5, hasta tres millones de pesos en menores que presenten algún tipo de complicación, sin hablar de quienes requieren un trasplante de médula ósea, donde el costo podría incrementar “mucho más”.
“Es algo que se sale completamente de lo que uno pudiera imaginarse. Se le llaman gastos catastróficos, precisamente porque nadie aguanta, al menos si no eres millonario, no puedes aguantar un golpe de esos”, expresó el director de Oncología Pediátrica del O’Horán.
En relación a lo anterior, el doctor Pantoja Guillén añadió que las personas que no cuentan con la capacidad económica para financiar estos tratamientos, cuentan con la asistencia del estado o la federación, quien está obligado a otorgar el acceso a la salud y absorber los gastos.
Destacó que gracias a la intervención de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) y de organismos como la Asociación Mexicana de Apoyo a Niños con Cáncer (AMANC) y Sueños de Ángel, en el Hospital Dr. Agustín O’Horán se ha mantenido “una buena atención” a los pacientes oncológicos.
Desabasto, una realidad
Sin embargo, el galeno reconoció que el desabasto de medicamentos a nivel nacional “es una realidad”, y esto también ha “disparado” el precio de los mismos en las empresas farmacéuticas, hasta por tres veces sobre la cantidad que costaban en 2019.
Esta situación se vuelve aún más grave, relató, ya que hay estudios que señalan que la alteración de un medicamento en el protocolo de un paciente con cáncer, disminuye la probabilidad de sobrevivir
“Si lo alteras porque te falta un medicamento, alteras la posibilidad de que el paciente también salga del cáncer. Si de por sí ya es una enfermedad que por definición es mortal y la dejas sin ningún tratamiento, esa posible curación puede bajar”.
El médico explicó que el 50 por ciento de los menores diagnosticados con cáncer tienen algún tipo de leucemia, mientras que la otra mitad presenta “tumores sólidos” que surgen en el cerebro, huesos, hígado, riñón o en la retina. Ahí los costos por tratamiento pueden ser distintos
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GH