El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán, Eduardo López Calzada, adelantó que ante el arribo de cientos de miles de turistas a la entidad, debido al inicio de la temporada vacacional de verano 2021, las zonas arqueológicas tendrán un impacto “positivo” en cuanto a número de visitantes.
El antropólogo recordó que, tras el cierre provocado por la pandemia de COVID-19 en Yucatán, el Instituto aperturó las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal, Dzibilchaltún, Mayapán, Ek Balam e Izamal, faltando más de 10 en volver a operar, por ser “las de menor rango de visita”.
En el caso de la Séptima Maravilla del mundo, comentó que cuando reabrió sus puertas, en septiembre, registraba la visita de mil personas diarias, mientras que ahora acuden hasta tres mil turistas en una jornada.
López Calzada agregó que un caso similar se presenta en Uxmal, que a finales de 2020 reportaba entradas de 300 personas por día, menos de la mitad de las 700 que acuden hoy en día a presenciar la majestuosa Pirámide del Adivino.
En ese sentido, el director del INAH en Yucatán precisó que, según los pronósticos de la Secretaría de Turismo (Sectur) federal, sobre el arribo de más de 190 mil turistas a la entidad, impulsados por la temporada vacacional, tendrán un reflejo provechoso en los sitios arqueológicos. Sin embargo, aseguró que el porcentaje de incremento hasta ahora “no es claro”, ya que influye la interacción del semáforo epidemiológico estatal de Yucatán, pues el cambio a color naranja también mostró un retroceso del número de entradas en las últimas tres semanas.
“Sí se ha ido incrementando paulatinamente, cosa que me parece congruente con los datos que acaban de dar, pero ahí yo subrayo una cosa, independientemente de los datos alentadores, no podemos bajar la guardia en materia de protocolo”, declaró el antropólogo.
El funcionario federal apuntó que sitios concurridos como Chichén Itzá actualmente cuentan con aforos permitidos de hasta tres mil personas en el interior de manera simultánea, pero en caso de incrementar la demanda se diseñará un nuevo sistema de circulación de turistas, con el fin de seguir respetando los protocolos sanitarios y evitar contagios de SARS-CoV-2 dentro de las instalaciones.
Añadió que, para ingresar a las zonas arqueológicas, el público debe portar cubrebocas en todo momento, para protección del personal que le expedirá el boleto, así como de quienes los revisan en los módulos de entrada. No se permite el acceso a quienes no porten cubrebocas. López Calzada reveló que el INAH cuenta con una Comisión de Seguridad e Higiene, cuyos integrantes se encargan de hacer visitas a las zonas arqueológicas, para evaluar el cumplimiento de dichos protocolos.
Finalmente, el especialista dijo que serán estrictos en cuanto a garantizar estas medidas sanitarias, ya que en 2019. alrededor de 2.5 millones de visitantes llegaron a Yucatán, con el único objetivo de visitar Chichén Itzá, convirtiéndose en el sitio arqueológico más visitado en el país, por encima de Teotihuacán, por lo que no pueden escatimar en verse rebasados en demanda.
GH