Familias que habitan en las zonas bajas de la ciudad de Tizimín, tras las recientes lluvias padecieron de nueva cuenta las inclemencias del clima, ya que sus calles quedaron totalmente inundadas.
El agua de las precipitaciones pluviales transforma arterias como las de la calle 57 por 48 y 50 en verdaderas lagunas artificiales, esto fue lo que expusieron familias como la Cahum Canal, quienes durante la lluvia vespertina se las ingeniaban para limpiar las coladeras ubicadas frente a su hogar, para ello incluso solicitaron que la policía cierre la calle, ya que con el paso de los vehículos el agua ingresaba a su vivienda, mencionaron que tienen que realizar esta acción cada vez que llueve para que se dé mayor fluidez, pues la basura obstruye este drenaje.
Manuel Antonio Cahum Canul y su madre Yoli del Rosario Canul Couoh expusieron que por esta calle los vehículos motorizados transitan con temor de quedar varados en medio de esta piscina vial, al igual que los ciclistas que temen caer o resignarse a quedar empapados, cabe mencionar que es paso obligado de numerosas personas, ya que es una calle principal sumamente transitada.
Señalaron que los transeúntes también se las ingenian para cruzar esta laguna, ya que el agua supera el nivel de las escarpas, incluso ingresa a la mayoría de los predios del rumbo.
Algunas personas, como Eduardo Canul Cemé, colocan tablas o plásticos en las puertas de sus hogares para que el agua no filtre, pero aun así ésta anega sus viviendas; mientras que otras personas han tenido que pagar un albañil para subir el nivel de su predio para que el agua no lo rebase.
La misma situación vivieron colonos de la calle 47, por 54 y 56, en donde la familia Rodríguez Cahuich mencionó que en las puertas de su predio la elevación del agua fue de más de 20 centímetros.
Por todo lo anterior esperan que pronto se tomen cartas en el asunto y a quienes les compete velar por los requerimientos de la ciudad tomen en cuenta que urge un buen drenaje en esos sitios para evitar que se estanque el agua.
Ante esta situación Raúl Monforte, director de Servicios Públicos Municipales, puntualizó que más tarda el personal de esta área en limpiar las rejillas que fungen como coladeras para la fluidez del agua, en que éstas vuelvan a quedar llenas de lodo, basura y demás desechos que emanan de ellas.
Por ello exhortan a la ciudadanía a evitar tirar basura en la vía pública y que los líquidos residuales de las viviendas sean dirigidos hacia la calle, ya que además de contaminar, obstruyen estas coladeras evitando que cumplan con su función, aunado a que se convierten en focos de infección por la fetidez del agua que se contiene en ellas.
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Señaló que muchas personas convierten el drenaje público en sus sumideros al verter el agua de su lavado, del desagüe de piscinas o de sus baños, lo cual resulta realmente una falta de conciencia ambiental, indicó que continuarán con la ardua tarea de limpiar las coladeras, pero recalcó que la mejor manera de que no se inunden las calles es ejerciendo conciencia ambiental.
GH