Transformar la basura y darle un valor agregado es la mejor opción para sustituir la acumulación de residuos en el actual relleno sanitario de Mérida, que a diario recibe más de 900 toneladas de desechos orgánicos e inorgánicos, comentó el investigador Jesús Vázquez Chabolla.
El científico inventor de la Planta de Transformación de Residuos Urbanos, reconocida a nivel internacional por la comunidad científica, mencionó que este proyecto surgió con la idea de cambiar la disposición final de la basura, que día con día se acumula en los basureros municipales.
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Fue así como basado en el proceso digestivo humano, desarrolló la idea de digerir la basura con un proceso científico, para crear otro producto final que aporte un beneficio a la sociedad. En este caso, producir bloques, ladrillos y columnas, de un compuesto denominado “vómer”.
“La tecnología tiene que hacer lo que hace el cuerpo humano, siempre lo mismo para generar algo, pero eso que se genere debe ser de interés social para que pueda ser reutilizado”, explicó.
Detalló que la Planta de Transformación de Residuos cuenta con “una boca” por donde ingresa la basura y realiza un recorrido en donde “así como hace el hígado y el páncreas”, se le agregan cuatro compuestos químicos propios de la patente, para que al final del proceso se obtengan los bloques de basura comprimida.
“Lo puedes utilizar para diferentes cosas, puedes hacer viviendas, bodegas, pisos, calles y banquetas. Lo hemos probado a través de los años”, indicó el también miembro de la Comunidad de Profesionales y Expertos en Latinoamérica y el Caribe en Gestión para Resultados en el Desarrollo.
Agregó que cada bloque puede ser compuesto por entre ocho y 23 kilos de basura, dependiendo de su composición y grado de humedad, mismos que por su firmeza han sido utilizados en bodegas y viviendas de Yucatán. Además, Vázquez Chabolla destacó que estos bloques son capaces de aislar las altas temperaturas que se registran en la región.
Cabe destacar que en Mérida, diariamente se generan 995 toneladas de basura que podrían ser utilizadas como materia prima para este proceso de transformación, según indica el estudio Atlas de Riesgos del Municipio deMérida. Escenarios futuros frente al cambio climático.
En ese sentido, criticó que hasta el momento las autoridades municipales no utilicen procedimientos que den una solución definitiva al proceso de la basura, pues a nivel internacional se ha demostrado que los rellenos sanitarios inventados desde hace más de 30 años, no han dado los resultados esperados para la descomposición de la basura.
“Lo que prometían es que de ahí ibas a sacar tierras que podrías utilizar para recuperar y generar hortalizas en suelos que estaban bastante degradados. Pero yo preguntaría, el relleno sanitario de Mérida ¿cuánto suelo fértil ha promovido? no ha promovido ni un kilo de suelo”, reprochó.
Por el contrario, manifestó que este tipo de sistema solo produce líquidos lixiviados que contienen químicos y metales pesados, que representan un riesgo de contaminación ambiental.
“Ahí tenemos ya no solo una acumulación de basura, sino de lixiviados y con lo que siempre hemos luchado es precisamente con el control de esos líquidos, que no se generen, pero parecería que aquí tratan de mantener el lixiviado almacenado y tratando que no se vaya al manto freático o al mar”, aseguró el experto.
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Finalmente, Vázquez Chabolla recomendó que los políticos a cargo de los municipios dejen el orgullo de un lado y admitan que le han apostado a un método erróneo que genera más problemas, para comenzar a apostar por sistemas que propongan una solución al problema de la basura.
GH