“El crecimiento urbano en la zona veraniega ha incrementado el consumo de energía en los departamentos y hoteles que van entrando en funcionamiento y las actuales líneas eléctricas no son suficientes para soportar la enorme demanda, tanto en esta población como en otras comisarías, lo cual está generando variaciones constantes en el fluido”, señaló el director del Sistema de Agua Potable Municipal, Limbert Santiago Vázquez Dávila.
El funcionario dio a conocer que tan sólo al municipio le ha costado más de medio millón de pesos tener que comprar bombas nuevas que se queman por las constantes variaciones en el voltaje eléctrico.
Dijo que en El Cuyo existen dos pozos de bombeo que empujan el agua 10 kilómetros hacia la población, ahí está el cárcamo, donde hay una bomba de 20 caballos de fuerza que empuja el agua a los del Centro, les llega buena presión a los que están en la zona veraniega y las partes altas, mientras que donde no hay red, llega muy poco y cada vez que hay bajones eléctricos y se queman las bombas.
El funcionario explicó que los pobladores de Santa Ana, Santa María, Moctezuma, Colonia Yucatán, Tixcancal, entre otras comisarías pegadas en la zona limítrofe están resintiendo las fallas eléctricas, sin embargo, la parte central y más afectada es El Cuyo, aseguró
El problema es que en el puerto, así como en otras poblaciones, han crecido tanto la población como las construcciones: Por ejemplo, en El Cuyo varios solicitan permisos de construcción para departamentos y al final construyen un hotel donde hay nueve o más cuartos y esta demanda de cuartos implica mayor demanda de instalaciones eléctricas, como luces, apagadores y contactos; todo esto multiplicado por el crecimiento de la mancha urbana y se requiere de más energía para hacerlos funcionar.
Por ejemplo, si hay un transformador de 20KVA hablamos de que cada KVA son mil voltios, si hay 25 viviendas y éstas rebasan los voltios, al que tiene alguna falla en su sistema eléctrico se le queman los aparatos.
Agregó el funcionario que en las plantas de agua potable afecta grandemente cada vez que hay bajones; el problema es que la energía viene de Kantunilkín cuando se va distribuyendo y al llegar a El Cuyo ha mermado y los equipos deben tener 440 en los pozos y 220 en la bomba. Si la energía tiene 200 se bloquea la bomba, entonces cada vez que se va se bloquea o se quema. Agregó: “si sólo en la cabecera municipal, cuando se detiene una planta la gente empieza resentirla, imagínate que en el puerto la energía se vaya por 12 horas, como sucedió hace tres días.
“Imagínate todo ese tiempo, unos imaginan que sólo es mover el motor; tienes que ver que tu trasformador, tu motor y la gente se agrupó para donar un motor”.
Dijo que la idea es buena para que sirva, pero realmente el problema es la energía.
Explicó que en 2020 se quemaron dos bombas y hace tres meses se quemó la bomba de 40 caballos de fuerza y se puso una de 60 caballos de fuerza; cada bomba cuesta alrededor de cien mil pesos, pero implica material, personal, adecuaciones en los arrancadores para protegerla.
Continuó: “a los dos meses se quemó la de 40 caballos de fuerza. Se ha invertido en bombas más de medio millón de pesos”.
Gasto millonario
“En Tixcancal y en las otras comisarías se vive la misma situación, no sólo en las bombas extractoras de agua, sino que afectan la telefonía móvil e, incluso, causa pérdidas a los comercios, que van de 5 mil hasta 30 mil pesos en productos que necesitan refrigeración, como los lácteos y carne, aseguró Marco Puc.
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El problema lleva varios años, en el puerto han retenido a los trabajadores de la empresa eléctrica y fueron rescatados, porque la empresa se comprometió en resolver el problema y hacer un nuevo proyecto para modernizar la red de esta parte de Yucatán, sin embargo, las palabras se las llevo el viento, aseguraron los pobladores del puerto.