Yucatán

COVID-19 deja sin trabajo a carpinteros de Akil, Yucatán

La trabajadora de la madera señala que pese a los estímulos del gobierno su negocio aun no se recupera el al 100 por ciento
Pueden pasar hasta una semana sin vender algo, lo que afecta a su economía / Jaime Tun

Trabajadores de la madera de esta localidad no se han recuperado después de la crisis económica que la presente pandemia de COVID-19 ha dejado, esto a lo largo de más de un año de contingencia sanitaria, donde las mujeres, para apoyar a sus respectivas familias, se han aprendido a trabajarla.

Merary Cetz Pérez, dueña de una carpintería de esta localidad, mencionó que a pesar de la reactivación económica que los gobiernos implementan para ayudar a los comerciantes, productores y a otros sectores comerciales, los ingresos de quienes trabajan la madera continúan a la baja, ya que las ventas son muy escasas.

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De acuerdo con la encargada, esto ha sido así desde que inició la pandemia de COVID-19 hace más de un año, lo cual ha traído varias afectaciones en sus ventas que, hasta la fecha de hoy, no se han recuperado al 100 por ciento.

"Antes de la pandemia vendíamos nuestros productos al día, como sillas, mesas, roperos, puertas, banquillos, adornos y otros artículos de madera. Ahora eso ha cambiado y en estos días, si vendemos un articulo, tiene que pasar aproximadamente una semana para que podamos vender otro artículo, lo que nos perjudica bastante. Esto no ha sido impedimento para que poco a poco salgamos adelante, además de que la gente conoce nuestro trabajo y eso ha sido más fácil. Con lo que vendemos hemos podido invertir en la compra de material y así fabricar artículos que la gente pide, además de que hacemos todo tipo de encargo para las personas que se acercan a nosotros", dijo Cetz Pérez.

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Cetz Pérez recalcó que ella y su esposo, José Collí, tuvieron que integrarse al trabajo de la carpintera para apoyar a su familia y no tuvieron otra opción, ya que con el paso del tiempo y la crisis que dejó la pandemia, su trabajo ahora es de gran ayuda para gran parte de la familia. “Mi sobrina, María Pérez, también se ha integrado a este oficio. Inició trabajando aquí con nosotros y trabaja lijando la madera. Con el paso del tiempo ya está aprendiendo más el trabajo de la carpintería. Esta carpintería tiene más de 50 años, la pandemia es la que nos ha afectado, pero no bajaremos los brazos y continuaremos trabajando para poder salir adelante”, comentó.