Yucatán

Remedios que recomiendan las chichís yucatecas para todo mal

Para que las nuevas abuelitas perpetúen la tradición regional, aquí te mostramos algunos de los remedios que solían usar las chichís yucatecas en la antigüedad
Aquí te mostramos algunos de los remedios que las abuelitas yucatecas ofrecen a las nuevas generaciones / Raquel Margarita Huerta

Las abuelitas, como figura de respeto incuestionable en Yucatán son conocidas como “chichís” que tradicionalmente antes de cualquier especialista, ellas tienen un remedio para casi cualquier situación.

¿Qué yucateco de la vieja escuela no fue tratado con un remedio casero de su abuelita? Seguro que si se abrieron una herida les pusieron café molido para evitar la infección o si tenían mal aliento por tabaco u otras razones les pusieron a masticar hojas del árbol de naranja agria.

Las chichís solían tener remedio para todo, aquí de mostramos algunos de los que solían utilizar par que las nuevas abuelitas gocen de este este título regional.

1. El árbol de naranja agria es muy común y muchas familias yucatecas lo tienen en su patio. Es un remedio infalible contra las raspaduras y la inflamación, si es que diste un mal paso y terminaste en el suelo. Sólo lo untas con sal en la herida y ¡listo! (eso sí, va a arder…), pero no más que el Isodine.

2. Para el dolor de pancita o de plano te has soltado del estómago, para una chichí yucateca nunca tienes cólicos ni mucho menos diarrea. Te dirá “ya te dio choc nac con tirixtá, ¡chiquito!”. Te servirá un buen vaso de refresco de cola con limón, ¡y santo remedio!

 

3. Si tuviste mala suerte y te pegaron los piojos en la escuela ¡no te preocupes! Tu chichí yucateca sabe que con naranja agria (¡bendita la naranja agria!) se soluciona el problema. Solo mojas el cabello con su jugo, dejas pasar unos minutos y pasas cuidadosamente “el marfil”, o peine delgado (actualmente son de plástico, no te preocupes, ningún animal resulta herido en el proceso). ¡Y adiós a los piojos!.. una santa alternativa a dejarte coliz (rapado).

4. Si tienes problemas con tus riñones o vías urinarias, a una mamá yucateca le parecerá obvio que necesitas conseguir la raíz elemuy. Debes hervirla y tomar la infusión resultante como “agua al tiempo” (temperatura ambiente) estarás en camino de solucionar tu malestar.

5. El balché es un árbol mágico, venerado por los mayas. Además de que puede obtenerse de la fermentación de su corteza una bebida alcohólica de interesantes propiedades, el té que surge de la infusión de las hojas se utiliza en la medicina tradicional para tratar la tos y para la limpieza de heridas infectadas.

6. Aunque si le preguntas a cualquier abuelita yucateca, te dirá que para la tos antigua y los males de la garganta lo mejor son las infusiones de rábano. También aseguran que quita las pecas de la cara.

7. La chaya de monte, muy parecida a la que usamos para platillos y bebidas, también tiene propiedades curativas: junto con el lalmuch u ortiga es super efectivo contra la anemia.

Una hoja de guarumo, junto con un manojo de hojas de neem y algunas flores de xkanlol ayudan a regular la diabetes. Las abuelitas lo recomiendan ¡y las chichís nunca se equivocan!

Si quieres deshacerte de las verrugas o axes, lo más sencillo es asar un pequeño alacrán y comerlo (puedes molerlo hasta hacerlo polvo antes). ¡Te aseguramos que funciona el cien por ciento de las veces! Y si no te atreves a hacerlo por ti mismo, probablemente tu abuelita lo esconda en tu comida.

 

 

RC