Renán Barrera arrastra deudas y muerte a su tercer mandato en Mérida

Renán Barrera Concha inicia hoy un tercer mandato como alcalde de Mérida, en medio del escándalo por el asesinato no esclarecido del joven veracruzano José Eduardo Ravelo, presuntamente a manos de la Policía Municipal; con una deuda de 588.7 millones por el lío de las luminarias y un embargo a los bienes del municipio, una demanda penal ante instancias locales y federales por el desvío de más de 50 millones de pesos y una obra como el Paso Deprimido que no tiene para cuando se concluya.

Ayer se llevó a cabo una sesión solemne en la que Barrera Concha se despidió y cerró su segundo periodo al frente del Ayuntamiento, para empezar hoy su tercer mandato. No mencionó, desde luego, ninguno de los escándalos, denuncias y pendientes que arrastra consigo. El discurso del munícipe apenas duró un par de minutos.

Este nuevo mandato inicia en medio del escándalo por el asesinato de José Eduardo Ravelo, quien, además, fue abusado sexualmente, presuntamente, por cuatro elementos de la Policía Municipal de Mérida que hoy se encuentran libres.

Barrera Concha ha sido acusado por los mismos regidores que formaron parte del Cabildo, de no apoyar en nada para que se esclarezcan los hechos e, incluso, la Fiscalía General del Estado acusó que la Comuna se negó a entregar los videos grabados en la Policía Municipal, de la detención y trato que se le dio al joven fallecido.

Hoy día, además de las investigaciones que se llevan a cabo en la entidad, el caso fue atraído por la Fiscalía General de la República (FGR) y por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Además, el municipio mantiene una deuda de 588.7 millones de pesos con el Banco Santander, debido a que, en su primera administración, Barrera Concha canceló de manera unidireccional un contrato legal con la empresa ABC Leasing que había instalado 82 mil luminarias del alumbrado público.

Luego de varios años de litigio, en el que la Comuna ha perdido en todas las instancias, la deuda que se tiene representa alrededor del 20 por ciento del presupuesto total del municipio y Barrera Concha se niega a pagar, tanto que recién promovió un nuevo amparo para evitar sus responsabilidades.

Su propuesta ha sido la de endeudar a los meridanos por 20 años y pagar mes con mes de este lapso un total de 2.7 millones de pesos. Esto ha sido rechazado por el Banco Santander y, por ello, se llevó a cabo el embargo de 85 bienes inmuebles del municipio.

Además, el alcalde de Mérida tiene dos demandas por el presunto desvío de más de 50 millones, ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, estatal y federal.

Barrera Concha pagó 52.2 millones de pesos por la instalación de una pista de hielo en los terrenos de la Central de Abastos en 2019 y 2020, pero este mismo proyecto le costó solo 2.9 millones al gobierno de Quintana Roo en 2018, por lo que el diputado Alejandro Cuevas, del PRD, interpuso ambas demandas, ante el fuero estatal y ante el fuero federal.

En este caso, la Fiscalía estatal informó que ya se hacen las investigaciones pertinentes y que, incluso, se ha pedido la colaboración de su homóloga de Quintana Roo para ir más a fondo en el caso. En este tercer periodo el alcalde reelecto de Mérida tendrá en sus manos el ejercicio de dos mil 483 millones 819 mil 407 pesos que aún la quedan al presupuesto de este año.

Otro de los lastres que arrastra el alcalde es el tema de las obras inconclusas del Paso Deprimido. Los trabajos suman 115 días sin que hasta la fecha estén siquiera cerca de concluir.

La empresa a la que se le asignaron las obras de forma directa ha incumplido ya, en dos ocasiones, con la entrega de las adecuaciones a la vía.

Luego de las inundaciones que se presentaron el año pasado, el Paso Deprimido tiene un año dos meses cerrado. Se han invertido en los últimos 14 meses un total de 3.6 millones de pesos y los trabajos que no tienen para cuando terminar costarán alrededor de 30 millones más.

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JG