Con la construcción de un nuevo aeropuerto y la cercanía que tendrá con una de las estaciones del Tren Maya, los habitantes de Poxilá esperan que su pueblo cambie de rumbo, ya que, desde hace más de 10 años, cuando se construyó la autopista Mérida-Campeche, quedaron fuera del paso de los turistas que llegan a Yucatán provenientes del Centro del país.
Sin embargo, el comisario ejidal Wilberth Santiago Mex, advierte que este será el único beneficio directo, pues los terrenos donde estaría el aeropuerto, ya fueron vendidos a Rafael Acosta, y este a su vez a José Antonio Loret de Mola, principal accionista del proyecto, que tendrá una inversión de más de 10 mil millones de pesos.
Poxilá es una hacienda que forma parte de una comisaría del municipio de Umán, cuenta con menos de 900 habitantes, que durante el auge de la industria henequenera se volvió el centro laboral de los pobladores de distintas localidades que se encuentran a su alrededor. Sin embargo, tras la caída del oro verde la mayoría de los trabajadores se vieron obligados a buscar suerte en las ciudades, con salarios que apenas alcanzan para subsistir.
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En un recorrido realizado por el periódico POR ESTO!, los pobladores dijeron que con dichos proyectos, que incluirán el Centro de Operaciones Ferroviarias (COF) del Tren Maya, Poxilá volverá a “estar de moda” y esto generará derrama económica y fuentes de empleo.
Santiago Mex, explicó que su poblado es muy tranquilo y normalmente “no sucede nada”, pero espera que esto cambie para bien en los próximos años, cuando se pongan en operación ambos proyectos.
“Eso le digo a mi familia, ahora estamos tranquilos, pero pronto va a haber Tren Maya, va a haber aeropuerto, ya no va a haber tranquilidad, pero esto a costa de la cercanía del trabajo”, expresó el representante del ejido.
Recordó que antes de que se construyera la autopista federal, constantemente circulaban turistas por la zona y dejaban derrama económica en el lugar, pero esto cambió desde hace poco más de dos años y el lugar quedó “prácticamente en el olvido”.
Santiago Mex explicó que desde hace 10 años los terrenos ejidales donde presuntamente se encontrará el nuevo aeropuerto de la capital yucateca fueron vendidos al abogado Rafael Acosta, mismo que las volvió a vender al empresario José Antonio Loret de Mola Gómory, quien presuntamente será el inversionista principal del proyecto aeroportuario, para el que se presume una inversión de más de 10 mil millones de pesos.
Dijo que algunos ejidatarios se sienten “arrepentidos” de haber entregado sus tierras a los empresarios, ya que se vendieron a un precio “muy barato”, comparado con el costo que actualmente tienen por el paso del Tren Maya.
“Ellos lo sabían y por eso vinieron con las maletas de dinero a preguntar si lo queríamos y aquí como la gente es pobre, vio esa cantidad de dinero y lo agarraron”, explicó.
No obstante, el presidente ejidal dijo que dicha venta ayudó al pueblo a la edificación de algunas viviendas, por lo que no lo ven como un terreno “tirado a la basura”.
Por su parte, el ejidatario Miguel Aragón Duarte, expresó que con el anuncio del aeropuerto, se sorprendió de escuchar que Poxilá nuevamente estaba en la boca de los medios de comunicación, porque no había visto un interés por su pueblo desde que cerraron la hacienda henequenera.
“Todo este proyecto nuevo traerá algo de bienestar para nosotros porque va a levantar la economía y estamos orgullosos de que nos contemplen, que se fijen de nosotros, que se fijen de Poxilá, que es una hacienda que estaba olvidada”, enfatizó el hombre de 67 años.
El ejidatario explicó que los terrenos del nuevo aeropuerto se encontrarán entre el trazado del Tren Maya y el poblado de Bolón, a un costado de la hacienda Chunchacá, que aseguran, se volverán fraccionamientos residenciales.
Apenas a un kilómetro del centro del poblado, conduciendo a través de un camino blanco, ya se pueden observar los montículos de tierra y de piedra en donde se ha abierto el monte para el trazado del Tren Maya. El proyecto que presume generar polos de desarrollo en Yucatán y todo el Sureste del país, avanza en medio de la selva y atrae nuevas inversiones multimillonarias como el nuevo aeropuerto.
“Todo esto es donde se va a construir el aeropuerto, todo esto van a desmontar y aquí es donde lo van a instalar”, apuntó el ejidatario, quien espera que con esto sus descendientes encuentren mejores oportunidades de empleo, sin la necesidad de tener que migrar hacia la capital del Estado.
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JCL