Ante el descrédito de la política formal y de la desconfianza que hay hacia los partidos políticos, representantes populares recién electos en Yucatán y Quintana Roo aprovechan las redes sociales para conectarse con la audiencia e intentar ganar su confianza, muy al estilo del Gobernador electo de Nuevo León, Samuel García, y su esposa, la influencer Mariana Rodríguez.
Es el caso del Presidente Municipal de Progreso, Yucatán, Julián Zacarías; el Diputado Federal por el PAN, Rommel Pacheco; el Alcalde de Mérida, Renán Barrera, y la Edil electa de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, Mary Hernández. Ellos optaron por llevar también su vida privada a la escena en Instagram y Facebook.
Estos personajes comparten un domingo familiar en el estadio de beisbol, en la playa, con su pareja, o en una cena romántica en un hotel famoso del centro de Mérida, en un ejercicio que para algunos expertos es parte de su estrategia de impulso político.
“Pero al estilo más trivial, como la venta de un producto, no comercial, buscando popularidad en estas redes sociales porque está de moda, a pesar de que es efímera y al final no logrará posicionarse entre la ciudadanía a la hora de un proceso electoral”, aseguró en entrevista el especialista en marketing político de la UNAM, Gerardo Dorantes y Aguilar.
Se trata, consideró, de una tendencia a la que se suman los políticos más jóvenes en la nueva era digital. Recurren al show para ganar popularidad; sin embargo, seguir este camino puede convertirse en el éxito o el fracaso de su vida política, porque los ciudadanos en las redes sociales son drásticos y no perdonan.
“Las redes sociales son un arma de doble filo. Si están bien manejadas y bien segmentadas y tienen bien la brújula del humor social, les irá bien, pero si se resbalan el resultado será catastrófico”, advirtió Guillermo Sesma, consultor y analista político.
El pasado fin de semana, el Alcalde de Progreso, Julián Zacarías, compartió una foto con su esposa en Instagram, con un comentario en el que afirmó que lucían mejor que la pareja de Hollywood Jennifer López y Ben Affleck. La publicación alzanzó mil likes y más de 50 comentarios.
La esposa del Diputado Federal y clavadista yucateco, Rommel Pacheco, quien en su perfil de redes sociales se hace llamar Lylo Fa, a menudo comparte celebraciones de aniversario en algunos hoteles de Mérida, donde aparece en bata de baño, recargada en un balcón que da a una de las calles principales de esta ciudad.
Héctor Llerena, consultor en comunicación política, explicó a Por Esto! que a pesar de que esta exposición mediática pueda verse como una sencilla fórmula para alcanzar el éxito, nada garantiza que estos personajes sean bien evaluados por la ciudadanía en las urnas.
Llerena apuntó que no basta con mostrarse como cualquier persona, pues se requieren mensajes con contenido que realmente interese a los usuarios.
“El riesgo de quererlo tomar como una fórmula es que no se trata nada más de ser pareja y publicar cosas que hacen juntos; hay que considerar las características que ellos tienen, la forma en que se comunican. Es todo un conjunto de comunicación.
“No se trata sólo de que sean atractivos o que resulten singulares, porque la audiencia está esperando que le digas algo para animarla, porque los likes no son votos automáticamente”, subrayó.
Tras hacer una revisión de los mensajes que publica en redes el Alcalde Zacarías, el experto consideró que a su discurso le faltan propuestas y respuestas que los usuarios esperan.
Si bien su personalidad “concuerda con el estereotipo del ‘mirrey’ y no finge, por lo que cumple con la autenticidad, la forma no es todo lo que se necesita para ganar, no es suficiente, porque uno de los vicios de la política es que llegan a hacer lo mismo y entonces eso no basta”, consideró Llerena.
Al respecto, Sesma, quien es maestro en publicidad y marketing por la Universidad de Texas, aseveró que en estos tiempos no se puede menospreciar el impacto de las redes sociales en cualquier entidad y entre más penetración digital haya, más influencia tendrá.
Sin duda, añadió, hay casos de éxito, como el de Samuel García, pero también hay pésimos ejemplos, como el de Alfredo Adame: su exposición en las redes sociales no sólo destrozó su candidatura, sino al partido que abanderó.
“Existen estos personajes que tienen una popularidad importante en las redes y es indudable la penetración y el impacto que pueden tener, si las manejan bien, pero si no lo logran será sólo el gasto de una importante suma de dinero”, explicó Guillermo Sesma.
El consultor advirtió que en esta tendencia el riesgo es que estos políticos, como el Alcalde de Progreso, la Presidenta Municipal electa de Felipe Carrillo Puerto y la esposa del Diputado Federal por Yucatán caigan en excesos que nadie podrá medir, ya que ni el Instituto Nacional Electoral (INE) ni los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) tienen las herramientas para identificar el gasto real en materia de redes sociales.
Un juego peligroso
Para Gerardo Dorantes, quien es especialista en democracia digital e Internet, esta forma de hacer comunicación política es muy riesgosa porque saben que Internet es un negocio y deja ganancias, pero en este caso hay una trivialización de la política.
“Se pervierte, porque se cae en el exhibicionismo y hay una ruptura entre la vida pública y la privada, entonces se cae en el rumor digital, en el show que muestran en las redes sociales”, afirmó el académico.
¿Cómo surgió? Llerena considera que a partir del descrédito de la política formal y de las personas que aspiran a gobernar queriendo mostrar la honestidad, la preparación y la confianza.
“Al caer este modelo en descrédito por los incentivos negativos que ha generado la política en México y en otros países, estamos frente a la creación de ‘nuevos liderazgos’ (lo digo entre comillas). Son los nuevos líderes porque la gente empieza a verlos más cercanos y estamos en una época muy singular en ese aspecto, pero no hay garantía de ese liderazgo”, detalló Dorantes.
La incursión de los servidores públicos de Yucatán en las redes sociales, señaló, es algo de lo que desde hace 20 años se vislumbraba, “la política como un espectáculo, en el que la gente quiere ver cosas que le llaman la atención”.
Pero no se trata de simples post. Guillermo Sesma opina que hay personas muy especializadas y conocedoras de los temas y, “si lo saben manejar bien, pueden ganar, pero si lo descuidan y lo abren se vuelve la caja de pandora, porque ya no la pueden cerrar; hay que cuidarla y no es barata.
“Así como antes un mitin era lo más efectivo, hoy es la convivencia en las redes sociales y subir contenido relevante a Internet para las diferentes audiencias”, señaló Sesma.
Pero esta “publicidad política” es peligrosa, según Dorantes, porque se pervierte y entonces la democracia es la que tiene que pagar los platos rotos”.
Sin embargo, Llerena reiteró que el riesgo que corren estos políticos es copiar fórmulas que no garantizan éxito, sino que deben conectar con las personas, de llegarles por el lado donde les hablan de las cosas que les importan y que hacen la diferencia.
“El riesgo es creer que la forma hace el fondo y no siempre es así. La forma es la manera de vender el fondo, necesitan tener cuidado de lo que publican, no sólo es tener una imagen fresca, necesitan conectar con las necesidades” de las personas a las que se dirigen.
En el caso de Rommel Pacheco, comentó, como un atleta olímpico tiene mucho potencial, al final su carrera significa un ejemplo de gran esfuerzo y persistencia. “Su carrera habla de una actitud personal humana, realmente ejemplar, él podría inspirar más allá de eso y personificarlo con su parte como deportista; además, con su pareja, con una vida sana, pero al final el mensaje necesita más fondo”, concluyó el experto.
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JG