El alcalde de Kinchil, Carlos Valentín Pech, negó que haya granjas de cerdos ubicadas geográficamente en el municipio que gobierna, incluso, dijo que los criaderos, que forman el modelo de aparcería de Kekén, le pertenecen a Maxcanú; sin embargo, aceptó que recibe los permisos de operación estos lugares, lo anterior lo reveló después de un evento del que se informa en nota aparte. Además mencionó que ni en la pasada ni en esta administración municipal se han construido granjas porcícolas en Kinchil.
“Las granjas se construyeron en territorio legalmente de Maxcanú. Todas las granjas le pertenecen a Maxcanú, son tierras de Maxcanú”, recalcó al cuestionarle sobre la existencia de las granja de cerdos que se encuentra a las afueras de Kinchil. Valentín Pech aclaró que actualmente las cinco granjas que renuevan sus permisos, “como autoridad, nosotros pedimos su constancia de todos los parámetros que tiene que cumplir para no contaminar.
Lo que dice el ‘papelito’, nosotros lo tenemos que respetar, porque no soy biólogo, no puedo certificar”. Aunado a la presencia de las granjas porcícolas, a las afueras de Kinchil se construirá un desarrollo inmobiliario eco-residencial, el cual estará a cargo de Grupo Libera y, ante el cuestionamiento sobre la cercanía de estos criaderos de cerdos, el director general de la inmobiliaria, Edoardo Triay, aceptó que la zona está impactada por las granjas.
“En realidad hay muchas maneras de impactar, no sé cuál sea la menos responsable, si el desarrollo inmobiliario consciente o las granjas. No lo veo como una manera de rescindir el daño, porque es un área que actualmente está impactada”, dijo. Pese a la contaminación que pueda haber en Kinchil, señaló que este municipio conserva áreas de aguas limpias, al igual que Celestún.
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aarl