Suspensión de la Feria de Tizimín deja grandes pérdidas a comerciantes, aseguran

Los fiesteros partirán en los próximos días con un sabor amargo al no lograr las utilidades esperadas, pues se quedan con deudas pendientes con los proveedores, debido a que pidieron créditos para la mercancía, además de que gastaron recursos en el transporte de sus equipos, el pago del derecho de uso de suelo, comida y el pago de empleados; lamentan que sólo tuvieron ventas los sábados y domingos, y lo obtenido ni siquiera cubre el 10 por ciento de sus gastos, revelaron Luis Fernández y otros comerciantes que vienen de otros Estados de la república, que tenían la ilusión de llevarse buenas ganancias después de dos años que no se realizaban las ferias.

El cierre adelantado de la feria de la Ciudad de Reyes deja una mala experiencia a los fiesteros, después de estar dos años sin dar un golpe por la cancelación de distintos eventos feriales a nivel nacional, y tras el anuncio de que se realizará un evento en esta ciudad, tenían esperanzas de que pudieran tener un alivio económico, sin embargo, fue sólo una ilusión. Algunos fiesteros afirmaron que les vendieron la idea de que la feria trascurriría sin contratiempos, pero la realidad fue otra, este lunes cerraron la jornada con una amarga experiencia, pues sólo pudieron obtener pocas ventas que no cubren sus gastos ni sus créditos, afirmó Juan Meléndez.

Comentaron que sólo en mover el equipo o mercancía se invirtieron más de 10 mil pesos en combustible, solicitaron créditos que van hasta arriba de los 50 mil pesos a los proveedores, se cubrió el derecho de piso, por ejemplo, la de tres por tres con un precio de 8 mil pesos, sin embargo, algunos cubrieron espacios por más de 20 mil pesos; los gasto de alimentación y pago de empleados no se lograron solventar con la afluencia de la gente, la cual calculan menor de cien mil pesos durante los dos fines de semana, explicó Luis Fernández.

Por su parte, Juana Rojas dijo que dar a conocer que se acortaría el tiempo de la feria por causa del coronavirus, ocasionó que la afluencia de visitantes se frenara repentinamente, por lo que la expoferia lució vacía la mayoría de los días, pues solamente hubo afluencia de personas los días sábados y domingos. Agregó que en reunión con el alcalde Pedro Francisco Couoh Suaste, en el lugar de los puestos, éste planteó devolverles el 50 por ciento, si abandonaban el lugar antes del día 10, pero si permanecían tendrían que cubrir el 100 por ciento, lo que generó molestia entre los fiesteros con  algunos reclamos subidos de tono, pero quedó en darles algunos días de más, para que pudieran subastar, mencionando que quizás serían dos o tres días y recalcó que en  el contrato se estipulaba que era hasta el día 17 la salida de los fiesteros.

El temor de todos los fiesteros es que si en estos días que el Munícipe dijo que podían permanecer les retiren la corriente eléctrica o cierren el acceso a la gente que va a comprar, porque desde el principio hubo varios reclamos por el termino anticipado de la feria, pues, según el mismo Presidente Municipal, el invitó a la gente a participar en la feria, aún sabiendo que el Presidente de la República no había autorizado que se llevaran a cabo ferias a lo largo y ancho de la República Mexicana.

También algunos fiesteros argumentaron que el Munícipe sabía que se cancelaría la feria y pese a ello persuadió a los fiesteros.

Ayer, la feria cerró con presencia de lluvias durante el día ante la entrada del Frente Frío No. 21, por lo que se agudizó aún más el problema, porque la gente no salió a hacer compras.

Por su parte, el santuario en las primeras horas del lunes recibió la visita de menos de 600 personas, debido a que la mayoría de las familia retoman nuevamente sus vidas laboral y escolar, además a esto se sumaron las condiciones climáticas que hasta el cierre de esta edición estaban azotando la región oriental.

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CC