La Quinta Avenida de Playa del Carmen se manchó de sangre la noche del domingo 10 de octubre de 2021. Un motociclista se acercó a la caseta policial y atacó a Carlos, de 25 años de edad, uniformado en turno.
De acuerdo con los informes publicados por la organización Causa en Común, de 2018 a 2021 hubo 24 homicidios dolosos en Quintana Roo, y tres más en Yucatán.
En 2018 mataron a cuatro agentes de la Policía; en 2019 aumentó a nueve; en 2020 se registraron siete más; y en 2021 fueron cuatro.
El oficial hacía su rondín de vigilancia cuando vio a los ocupantes de un auto que le parecieron sospechosos, por lo cual avisó por radio que haría una revisión de control preventivo.
Los dos sujetos y la mujer, todos originarios del Estado de México, que tras el presunto homicidio de una joven, en el fraccionamiento Gran San Pedro Cholul, huyeron en el auto de la víctima, agredieron al policía, lo despojaron de su arma de cargo y le dispararon con ella. Días después los capturaron.
En tanto, el número de homicidios en Yucatán son menos en comparación con los de Quintana Roo, pues sólo se reportó uno por año, en ese periodo, con excepción de 2019.
En el país han asesinado a mil 354 agentes en cuatro años, de 2018 a 2021, según datos de la organización.
“Del 1 al 13 de enero de 2022, suman al menos 10 casos de policías asesinados en México registrados por Causa en Común: Zacatecas, cuatro; Veracruz y San Luis Potosí, con dos, respectivamente; así como Guanajuato y Colima, uno en cada Entidad”, se detalla en el informe.
“Además de estar desprotegidos, mal pagados y equipados, abandonados por el Estado y sus comunidades, con jornadas extenuantes y capacitaciones exprés, los policías enfrentan día con día, un altísimo riesgo de ser asesinados”, expone.
“En nuestro país matan en promedio a más de uno cada día. Ante este escenario es cada vez más difícil propiciar e imaginar motivaciones para ser policía en México. Aun así, la mayoría se esfuerza por servir y proteger a la ciudadanía”, evidencian.
De acuerdo con la organización, gran parte de los homicidios están registrados en páginas interiores de la prensa local; además, la mayoría queda impune a pesar de que son una afrenta directa al Gobierno.
“Matar a un policía es fácil, muy rara vez conlleva una investigación concluyente, y menos aún, consecuencias judiciales”, se señala el informe consultado.
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JG