“Ninguna colonia en Progreso se salva de tener al menos una casa con peligro de derrumbe”, expresó el titular de Protección Civil Municipal, Aurelio Teodoro Medina Pérez, confirmando que en el puerto hay predios con estructura vulnerable, que ponen en riesgo a transeúntes que caminan en las calles porteñas todos los días.
Resaltó que este año aún no se llevado a cabo un censo para saber cuántos hogares abandonados y casas veraniegas con dichas características se han contabilizado; sin embargo, se estima que el promedio contando la cabecera municipal y comisarías aledañas estaría en un número cercano a la centena de predios de este tipo.
“El mayor problema por el que atravesamos se basa en encontrar a los dueños de las casas abandonadas que están por caerse, sin su autorización no podemos hacer nada, incluso, si realizamos alguna maniobra junto con la gente que forma parte de los servicios públicos, porque sin ese consentimiento, podríamos entrar en una lucha legal en la que el Ayuntamiento tendría que reparar daños”, expresó el funcionario.
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Ante el peligro que representa el desplome esas casas al momento en que un transeúnte pase por la banqueta donde se sitúan los inmuebles, se han colocado advertencias y cinta amarilla en estos puntos, esperando que los lugareños tomen precaución cuando emprendan paso.
Una de las últimas zonas de derrumbe se ubica con un par de hogares en la calle 29, entre 50 y 49, del Oriente del puerto, cuyas marquesinas no soportaron más el paso del tiempo y terminaron por caerse en la segunda semana del presente mes sin ningún lesionado reportado. Ambos sitios permanecen con avisos de parte del área de Movilidad Urbana, a cargo de Manuel Antonio Blanco Ordaz, donde se solicita la recoja del material que hasta el momento permanece en la vía pública; a manera de sanción, en caso de que sea la Comuna quien haga el levantamiento, se sentencia que los gastos aparecerán en el pago predial del dueño, a quien, según los vecinos, no se le ve en el puerto desde hace más de una década.
“Con una casa en estado vulnerable, el dueño o dueña tiene la opción de pedirnos que se derrumbe la parte de su propiedad que pone en peligro a los transeúntes, de no hacerlo se le notifica constantemente para que tome una decisión al respecto, lamentablemente la mayoría de la gente espera hasta muy tarde para actuar”, agregó Medina Pérez.
Como ejemplo, el entrevistado puso el caso del derrumbe que ocurrió el 11 de julio del año pasado, cuando se cayó una casa veraniega de la calle 27, entre 86 y 88, del Centro del puerto, aún con personas dentro del inmueble de 117 años de antigüedad, en el que no hubo algún herido.
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CC