El 97 por ciento de las personas en edad productiva que viven en la Península de Yucatán que no pueden insertarse en el mercado laboral, debido a que realizan labores domésticas o cuidan niños, personas enfermas o familiares con alguna discapacidad, son mujeres, expuso Rogelio Hermosillo, director de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Además, comparó que el porcentaje en esta región del país está por encima del promedio nacional, que asciende al 95 por ciento.
Tan sólo en la Península de Yucatán no trabajan 588 mil 490 mujeres en edad para ello, debido a que deben quedarse en casa por diversos motivos.
En Campeche, hay 104 mil personas que no están disponibles y, del total, el 97 por ciento (100 mil 880) son mujeres; en Yucatán hay 281 mil individuos en esa situación y, de ellos, el 97 por ciento (272 mil 570), son yucatecas, y en Quintana Roo el universo es de 224 mil personas, de las cuales el 96 por ciento (215 mil 40), es del género femenino.
Clave, “descongelar” iniciativa
Más de 60 organizaciones de la sociedad civil, integradas a través de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, exhortaron al Senado de la República a “descongelar” la iniciativa legislativa que promueve la creación del Sistema Nacional de Cuidados, que permite la creación de servicios de atención de niños, personas enfermas y con discapacidades, para que las mujeres puedan insertarse en el mercado laboral.
“Reconocer la importancia de crear el sistema para que las tareas de cuidado no sean circunscritas al ámbito privado y, por lo tanto, no quedan sólo asignadas de una manera patriarcal, impuesta a las mujeres como culturalmente sucede”, planteó Hermosillo.
La iniciativa, que fue aprobada por la Cámara de Diputados a finales de 2020 y enviada al Senado de la República, plantea retomar la utilidad de las guarderías infantiles, las escuelas de tiempo completo y proveer el servicio de atención de cuidado para las personas enfermas y con discapacidades.
“Con la pandemia de COVID-19 hubo una gran crisis porque la escuela y la oficina se metieron dentro del hogar; además, las mujeres cargaron con todo, así que se complicó aún más lo que ya de por sí estaba mal”, expuso.
El motivo, roles impuestos
En México, hay 14.5 millones de mujeres en edad productiva, pero no están disponibles para insertarse al mercado laboral debido a que trabajan en tareas domésticas, de cuidado de niños y personas enfermas o con alguna discapacidad. “Las que sí trabajan, que son alrededor del 40 por ciento, dedican otra jornada completa de 39 horas a la semana para tareas domésticas y de cuidado. Entonces, ahí hay unos roles de género impuestos que es lo que hay que transformar con este Sistema Nacional de Cuidados”, dijo.
El activista atribuyó que el porcentaje de mujeres excluidas del mercado laboral en la Península de Yucatán es mayor que en el promedio nacional debido a que “está mucho más enraizada la cultura patriarcal y esta obligación impuesta”.
Insistió que “el problema es el desequilibrio, por un lado, hay mujeres que deciden hacerlo, pero está muy desproporcionado. Mejor sería el 50/50 por ciento; entre más alto es, más fuerte es el rol de género, más clara está la división del trabajo del sexo que es impuesta y cultural”, señaló. Además, la falta de inserción genera pobreza a las mujeres que lo padecen.
En la cuestión económica, esta situación le resta productividad al país, pues la incorporación de las mujeres al mercado laboral permitiría aumentar el 27 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que se reflejaría en un crecimiento de la economía de aproximadamente dos por ciento, estimó Hermosillo.
Por último, la exclusión económica de las mujeres también les quita autonomía, pero igual el poder de la decisión en el hogar y hasta el riesgo a tener que aguantar situaciones de abuso de violencia doméstica.
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JG