El Cementerio General de Mérida fue declarado como patrimonio cultural en 2012, pero ni así ha logrado la atención del Ayuntamiento.
En esto coinciden los arquitectos Jorge Ricalde y Cecil Sánchez, quienes exigieron a los responsables hacer su trabajo para preservar ese tesoro cultural de los yucatecos.
Por lo pronto, los trabajadores aseguran que son pocos las personas que realizan un entierro porque en el sitio ya no se construyen nuevos nichos; además, por motivos de salud, tras el brote de COVID-19, en marzo de 2020, se privilegiaron las cremaciones.
Ricalde y Sánchez integran la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado y lamentaron el abandono del lugar por parte del Ayuntamiento de Mérida; el colegiado les ha hecho las observaciones, pero no lo escuchan.
Cecil recordó que el cementerio debe presionar a los propietarios de los mausoleos y tumbas para que las conserven en buen estado; sin embargo, se quejó de que la autoridad tampoco ha hecho su parte.
Jorge explicó que las acciones que necesita el cementerio son básicas; como ejemplo, habló del muro donde fue fusilado Felipe Carrillo Puerto, que está a punto de colapsarse; ya se le informó a la Comuna, pero no ha respondido. Se requiere chapear y eliminar lo más posible el moho; resanar muros, pintarlos… “son acciones sencillas”.
Por su parte, Tomás Quijano, un trabajador con más de 30 años de trabajo en el camposanto, aseguró que “más de la mitad del cementerio está abandonado, pues a pesar de que está ocupado y tiene dueño nadie se hace cargo”.
Explicó que las visitas que se reciben son mayormente en el mes de noviembre, y que ya no se reciben tantos entierros; quizás de 2 a 3 por día y, a veces, ninguno.
Hicieron un llamado a las autoridades, a darle a este lugar un mantenimiento digno y no solo estético como suelen hacerle en noviembre o por el Paseo de las Ánimas o las visitas guiadas.
El Cementerio General de Mérida fue construido en 1821 en terrenos de lo que fue la hacienda ganadera de San Antonio X-Coholté, ubicada a la vera del Camino Real a San Francisco de Campeche, y limitaba al poniente con Mulsay y al sur con San Antonio Dziskal, cuenta con más de 25 mil bóvedas, osarios y mausoleos que forman parte del acervo arquitectónico y cultual del sitio.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
JG