Pobladores de la comisaría de Chicxulub informaron que durante las últimas semanas se han avistado hasta 10 familias oriundas de Flamboyanes en busca de un lugar donde situar un hogar en la zona de mangle, el cual se ubica en los costados de la carretera a Progreso, esto por medio de vehículos que durante la madrugada depositan material que los invasores utilizarán para edificar sus hogares.
“Van a seguir viniendo, el mangle tiene varios metros que han sido ocupados, sobre todo en las lejanías que colindan con Telchac. Sabemos que es gente de Flamboyanes que, al parecer, no está a gusto invadiendo ahí, por lo que vienen a invadir aquí”, expuso Antonio Hoil, poblador cercano a estas áreas.
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Dentro de un recorrido en esta parte de la comisaría, considerada también de alto riesgo por la hostilidad que tienen las familias asentadas sobre el mangle, se constató de la formación de caminos hechos a base de concreto que permanecen sobre el agua de la Ciénega. Asimismo, tumultos de escombro descansan en varios pasillos de estas edificaciones, hechas con piso de cemento, pero alzadas por medio de láminas, cartón y circuitos tipo “diablitos” que otorgan energía eléctrica.
“Conocemos a un matrimonio de Veracruz que vino hace poco a pedir ayuda, desde que mataron a una pareja en Flamboyanes nos comentaron que no quieren permanecer más ahí donde se encuentran, aparte el riesgo por los animales rastreros ya los mandó tres veces al hospital”, sostuvo una mujer con escepticismo ante el corresponsal en turno, y quien pidió omitir su identidad, pues consta del delito que comete al vivir sobre el área del mangle y las profundidades donde viven los caimanes.
La última vez que las autoridades tuvieron interferencia en esa zona, ocurrió el miércoles 8 de septiembre del 2021, cuando cuadrillas de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizaron la instalación de espectaculares y avisos con el propósito de alertar a las familias que ahí se asientan para prevenir multas e incluso accidentes a causa de la elevación del nivel del agua en la ciénaga, esto debido a las lluvias que se acostumbran tener en el lapso que abarca el ciclo julio-septiembre.
Con base a declaraciones pasadas, hechas por parte de Alí Dib Muñóz, titular de catastro, en Chicxulub habrían casi mil 500 casas sin escritura, de las cuales, más de una centena, se ubican en esta área donde se infringe el reglamento municipal de ecología en su artículo 23, capitulo séptimo “Evolución del impacto ambiental”; por su parte, autoridades federales sancionan estas invasiones con una pena de dos a 10 años de prisión, y por el equivalente a 300 o 13 mil días de multa que establece la NOM-022-SEMANAT-2003.