Por segunda ocasión y en menos de una semana, personal de la Guardia Nacional interviene para escoltar a un pasajero que en estado inconveniente llegó en el vuelo 822 de Aeroméxico que aterrizó en el aeropuerto de Mérida poco antes de las 11:00 horas.
De acuerdo con datos recabados, una persona que viajaba en la parte trasera del avión, de alrededor de 60 años de edad, se alteró por los efectos de la bebida alcohólica que había ingerido. Los sobrecargos intentaron calmarlo, pero al no conseguir su objetivo, avisaron al capitán de la aeronave, quien a su vez pidió la intervención de las autoridades de seguridad del Aeropuerto Internacional de Mérida, luego la aislaron de los demás pasajeros.
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Una vez en tierra, la persona fue entregada a elementos de la Guardia Nacional, pero debido a que la tripulación de la nave no presentó cargos, los agentes solo le llamaron la atención y después de media hora, lo escoltaron hasta las puertas de la terminal aérea y le pidieron que se retire, pero como continuaba impertinente, entonces lo escoltaron unos 60 metros hasta llegar al pasillo que llega hasta la avenida internacional y dejaron que se vaya.
Varios pasajeros que llegaron en ese vuelo, manifestaron que la persona se alteró a los pocos minutos de haber despegado el avión, pues al parecer ya venía con algunas copas, pero una vez que fue aislado, sólo se escuchaban sus improperios hasta que llegaron al aeropuerto de Mérida y lo sacaron por la puerta trasera.
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Cabe recordar que el sábado por la noche, otra persona que pretendía viajar a la Ciudad de México en el vuelo nocturno de Volaris, se alteró porque no le permitieron abordar el avión junto con los pasajeros VIP, o sea, aquellas que pagan la tarifa más elevada.
En esa ocasión, uno de los empleados recibió un baño de café caliente que le arrojó el usuario, lo que provocó que otras personas intervinieran para tratar de calmarla, lo que provocó que ésta sea mucho más agresiva y fue tundida a golpes, como se pudo observar en varios videos que fueron subidos a las redes sociales, ese mismo día.
Al igual que ayer, el personal de la línea aérea tampoco presentó cargos y los agentes de la GN los dejaron libres y en ambos casos, los escoltaron hasta las puertas del inmueble, donde éste último, pidió un taxi para que lo lleven por el rumbo de Santa Gertrudis Copó, por lo que pago sólo 300 de los 400 pesos que cobran los taxistas del aeropuerto y el lunes por la mañana pudo viajar a la Ciudad de México, en el vuelo 821 de Aeroméxico, pero ya más calmado y con cara de apenado.
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CC