El Senado de la República declaró el 4 de junio como el “Día de la Rebelión de Valladolid”, denominada primera chispa de la Revolución Mexicana, para reconocer la lucha en contra de las inconformidades de los grupos sociales más vulnerables de Yucatán que se levantaron por la defensa de sus ideales.
La senadora Verónica Camino Farjat resaltó que esta propuesta presentada por su compañera suplente Marena López fue votada por unanimidad en el pleno, para reconocer este acontecimiento a nivel nacional, que está calendarizado en las efemérides yucatecas, precisamente el 4 de junio.
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Puntualizó que por su importancia y, considerando los antecedentes analizados, los senadores que conforman las comisiones unidas de Cultura y de Estudios Legislativos plantearon que esta rebelión en la región del Sureste del país debe ser registrado con mayor énfasis en la historia oficial.
“Esta conmemoración tiene gran arraigo en la comunidad de Valladolid, donde cada año se lleva a cabo una simulación de la toma de la Plaza de Valladolid, en homenaje a quienes iniciaron una revuelta en contra del gobierno local, y que fue el movimiento que precedió la Revolución Mexicana”, subrayó la legisladora.
Destacó que para tomar esta decisión se planteó que la Rebelión de Valladolid debe considerarse como un antecedente que debe ser reconocido por la comunidad nacional con mayor amplitud, a fin de comprender que la dinámica social que llevó al movimiento de la Revolución Mexicana tiene muchos orígenes
Verónica Camino señaló que la asignación de un día para conmemorar cada año este hecho es el resultado de estudiar todos los elementos históricos y entender que los movimientos revolucionarios derivan de sociedades del pasado en la búsqueda de justicia e igualdad social.
Por separado, el diputado local Gaspar Quintal Parra apuntó que el hecho de que se oficialice al 4 de junio como celebración nacional es un “reconocimiento a Valladolid y a Yucatán, como los iniciadores de un cambio necesario en una época en que el Porfiriato había apagado la posibilidad de justicia y dignidad para todos los mexicanos”.
La primera chispa de la Revolución Mexicana, también llamada Plan de Dzelkoop, fue una insurrección iniciada el 4 de junio de 1910 por Maximiliano R. Bonilla y otros dirigentes del Centro Electoral Independiente y del Frente Anti Reeleccionista, en contra de la dictadura porfiriana. Ese día a las 3:00 horas se inició la insurrección atacándose la ciudad de Valladolid.
Quintal Parra comentó que, además, esta distinción es una muestra más de que lejos de la idea de que Yucatán ha sido o es un estado separatista, habla de que “somos un Estado que cree en la democracia republicana”.
“Es un honor y un reconocimiento a Valladolid y a Yucatán, al espíritu e ideología de los yucatecos, porque habla de lo que hemos sido siempre; liberales, revolucionarios, por habernos opuesto a la dictadura de Díaz.
El legislador celebró y felicitó la decisión del Senado de la República, y recordó que esa chispa revolucionaria nacida en Valladolid también marco cambios sustanciales en derechos sociales, como el derecho al trabajo, “que también fue obra de un yucateco; Héctor Victoria Aguilar”, y recalcó que es justo que la celebración sea a nivel nacional, porque “dignifica la fiesta de Valladolid como un hecho histórico.
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CC