Como cada 4 de octubre, cientos de devotos de Telchac Pueblo y de municipios circunvecinos, así como habitantes que residen en otras partes del país, se dieron presencia en la iglesia del santo patrono San Francisco de Asís la mañana de este martes para conmemorar a lo grande su festividad tras dos años de no realizarse al aire libre a causa de la pandemia del COVID-19.
Una hora antes de que comenzaran a sonar las campanadas, los presentes comenzaron a llegar al templo para ocupar sus asientos antes que se saturaran como ocurrió el pasado 25 en la bajada de la imagen.
A las 10:00 horas, el padre Jorge Villegas y todos los asistentes comenzaron a cantar las mañanitas a la efigie antes de dar comienzo a la santa misa de acción de gracias.
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Niños, niñas, jóvenes, personas adultas y adultos mayores se reunieron de nueva cuenta después de dos largos años de espera en este día tan especial en la celebración católica de la comunidad. La gran asistencia de los presentes, ocasionó que de nueva cuenta el resiento se saturara, quedándose decenas de personas a las afueras del templo.
En la misa, se pudo observar la presencia de alrededor de tres mil personas, incrementando la cifra del día de la bajada con la llegada de las personas que residen en la isla de Cozumel, Cancún e Isla Mujeres, así como migrantes de los Estados Unidos que año con año acostumbraban estar presentes en las actividades religiosas y culturales.
A las 11:00 horas cuando culminó la santa misa, el mariachi acudió al altar de la imagen para deleitar de nueva cuenta las mañanitas y otras melodías por la celebración. La nostalgia se hizo presente para muchos, en chicos como en grandes, las lágrimas de felicidad de ver que de nueva cuenta se esté realizando a lo grande los festejos cuando no se veía mejorar la situación sanitaria.
Posteriormente, un grupo de hombres que conforman parte de la parroquia, salieron con la imagen original de San Francisco de Asís para colocarlo sobre una de las camionetas juntos a los arreglos florales y realizar cuidadosamente la tradicional procesión que tuvo una duración de hora y media de recorrido por distintos puntos del poblado, mientras que, al mariachi, la música tradicional; el sonar de los fuegos artificiales y las campanas, los peregrinos recorrían las calles detrás de la imagen.
Como muestra de fe, varias personas procedieron a decorar las calles con cintas coloridas y con la imagen del santo patrón. Las altas temperaturas no fueron impedimento para que las tres mil personas no caminaran en el recorrido.
Posteriormente, al culminar la peregrinación, la imagen fue devuelta al altar, en donde mediante aplausos y porras se festejaba el día del santo patrón de los Telchaqueños.
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CC