Madres de familia protestaron a las afueras de la Telesecundaria Guadalupe Victoria, donde exigieron la salida de dos profesores del plantel por supuestas anomalías que no han sido del agrado de las tutoras. En caso de que no se lleve a cabo esta petición, las quejosas amenazaron con bloquear la escuela.
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La presidenta de la junta de padres de familia, Teresa Cap Balam, fue la primera que tomó la palabra, dando a conocer que los inconvenientes se centran en dos salones del segundo y tercer grado, los cuales tienen a cargo maestros que han acumulado varios incidentes en los que no han estado de acuerdo las quejosas ni los alumnos.
“Todo empezó desde los días de demostración de altares, los maestros son de una religión que no permite realizar estas actividades y no dejaron que los niños colocaran sus ofrendas como los otros muchachos. Ahora con las prácticas del desfile no los han dejado salir y esto nos ha colmado a todas nosotras”, dijo.
Lo que propició la protesta, de último momento, es que cuando alguna madre de familia alza la voz, afirman las mamás, que los estudiantes son quienes terminan sufriendo las consecuencias por medio de la boleta de calificaciones.
A su comentario añade que hay varios problemas internos, que incluso también involucran a mentores que años anteriores terminaron por abandonar la escuela o ser removidos, por lo que también solicitan a las autoridades y a la SEP tomar cartas en el asunto de la manera más rápida posible.
Los comentarios de otras madres añaden que los problemas citados no son solo de este semestre, sino que han sido varias generaciones las que han pasado estos inconvenientes, ocasionando que sus padres cedan a darlos de baja y mandarlos a otros planteles de Progreso.
“Queremos que los maestros sean removidos, no es justo que los jóvenes sigan padeciendo de esta forma, se les olvida muchas veces a los profesores que esta escuela es del pueblo, tenemos varios años apoyando a la telesecundaria”, manifestó otra quejosa.
Luego de dar a conocer sus puntos de vista, hizo aparición la policía local; sin embargo, esto poco importó inconformes que comenzaron a entrar al colegio, sin resultado alguno para poder hablar con los mandos.
A pesar de que este fue el momento de mayor tensión del día, permanecieron tres elementos de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito municipal (DSPyT) a las afueras de la oficina de la directora; las mamás retornaron a las afueras del edificio.
Autoridades evitan prensa
En busca de una entrevista con la directora del plantel, a pocos metros de llegar a su oficina, ella ordenó a los uniformados retirar a la prensa, por lo que no se pudo tener el comentario de las autoridades de la telesecundaria que ahora se ubica en el ojo público.
“La directora no quiere que entre la prensa, que se retiren. Va a hablar posteriormente con los padres de familia, pero afuera del plantel, no quiere que nada se lleve a cabo aquí”, expresó de manera amable uno de los policías.
Fue sorpresivo que pese a declarar sus inconformidades, las mamás y los alumnos solo conocen a su directora por el nombre “María Lourdes”, desconociendo sus apellidos, pues aseguran que apenas tiene cuatro meses al frente de la institución.
También se desconoce quién es la supervisora de esta zona escolar, aunque se le pide a través de este medio que ofrezca alguna solución al problema que aqueja a por lo menos 20 madres familia y unos 40 estudiantes de la telesecundaria.
Causa sorpresa que tras el incidente los muchachos se retiraran de las instalaciones antes de las 12:00 horas, algunos adolescentes aseguraron que se debió a la presencia de las quejosas y la entrada de las autoridades policiacas que sorprendieron al alumnado.
Falta de estructura
Como informamos hace un par de semanas, el problema referente a la educación en las escuelas de las comisarías incluye también otros puntos como Flamboyanes, Paraíso, Chelem y Chicxulub, donde los planteles demuestran deficiencias.
Vandalismo, estructuras a punto de caerse, animales que podrían causar la muerte de los estudiantes y hasta rezago estudiantil, son parte del día a día que viven las escuelas ubicadas en estas comunidades, a donde los apoyos no suelen llegar y no son tomados en cuenta por las autoridades de ningún nivel de gobierno.
Uno de los casos que más sorprendió fue el del preescolar del Conafe que se encuentra en Paraíso, donde en entrevista su directora, la maestra María Guadalupe Pinzón, relató que son demasiadas las carencias que tiene dentro del plantel a su cargo, las que limitan la educación de los pequeños.
En el caso de la primaria Felipe Carrillo Puerto, esta apenas cuenta con tres maestros y cerca de 70 niños, dividiéndose el resto de los infantes en los viajes en transporte público para acudir a un plantel de Progreso, vivir bajo el cobijo del trabajo o abandonar sus estudios.
En Flamboyanes los problemas recaen en la delincuencia, pues en varias ocasiones planteles como el 20 de noviembre o la Primaria Manuel Ávila Camacho han tenido la “visita” de pandillas que acuden a esos centros de enseñanza a realizar destrozos.
En cuanto a Chicxulub, la última vez que se registró un acto de estos fue hace tres meses, cuando entraron amantes de lo ajeno a la Primaria Andrés Quintana Roo, que vandalizaron las instalaciones y huyeron con un proyector que sería de utilidad en el ciclo escolar siguiente.
Solo San Ignacio parece tener la escuela con las mejores condiciones, también la biblioteca Margarita Robleda, sin embargo, tener seguridad determinaría que la comunidad de dicha comisaría viviera con tranquilidad.
En días anteriores, el comisario Israel Cahuich ha dado a conocer que se necesita la activación de la caseta de policías ubicada a pocos metros del plantel escolar, pues, a pesar de que se encuentra en buen estado, no hay elementos uniformados en el lugar.
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AA