La línea aérea Volaris dejó de operar vuelos “de rescate” para traer y llevar a los pasajeros que resultaron afectados por la cancelación de cuatro de sus vuelos a la Ciudad de México el lunes pasado, lo que afectó a casi 800 personas, como se informó en su momento.
Sin embargo, la aerolínea continúa cancelando vuelos y este viernes le tocó el turno al 570/571 de la ruta México/ Mérida/ México, que debió llegar a las 08:51 horas, que fueron transferidos al vuelo vespertino de las horas, debido a que no había más opciones, debido a que por la mañana únicamente operó el 448 procedente de Tijuana, que llegó a las 04:35 horas, minutos más tarde despegó rumbo a Oaxaca como 266, regresó como 267 a las 10:09 y más tarde voló a Tijuana como 449, a las 11:23 llegó otra aeronave de la ruta Monterrey/ Mérida/ Monterrey, así como el 572/573 de la ruta México/ Mérida/ México, que llegó a las 07:36 horas.
Sigue la falta de taxis
Por su parte, Viva Aerobús operó dos vuelos madrugadores el 1108 y el 1110 ambos de la ruta México/ Mérida/ México, el primero a las 01:30 horas y el otro a las 02:50 horas, cuyos pasajeros de nueva cuenta manifestaron su inconformidad por la falta del servicio de transporte de urbano y de taxi, a pesar de que las empresas concesionadas utilizaron combis para llevar mayor cantidad de personas, en comparación de los taxis.
Ante la falta de servicio, las personas caminaron hasta la avenida internacional con el fin de conseguir un taxi, pero tampoco había y hubo personas que hasta las 04:30 de la mañana seguían esperando que alguien les ofreciera el servicio, porque ni los operadores de las diferentes plataformas respondían las llamadas a esa hora. Neblina
Por otra parte, empleados de las siete compañías aéreas que operan en el Aeropuerto Internacional de Mérida “Manuel Crescencio Rejón y Alcalá”, manifestaron que la tenue neblina que invadió las pistas de la terminal aérea no entorpecieron las operaciones aéreas, misma que comenzó a disiparse poco antes de las 07:00 horas.
Alta presión
Por su parte, una persona de 36 años de edad que acudió al aeropuerto a despedir a unos familiares, recibió la ayuda del personal de seguridad de la terminal aérea al percatarse que estaba sudando bastante y pidió le sea medida su presión arterial la cual marcó 160-98, a quien se le recomendó comer algo y descansar un rato, antes de “tomar” el volante de su auto para regresar al fraccionamiento Francisco de Montejo.
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JG