La policía de Progreso nuevamente se encuentra en el “ojo del huracán”, luego de que una familia conocida del municipio sufriera un episodio traumatizante hace un par de días, en lo que parecía ser una simple visita a la playa.
Se trata de la familia del señor Roberto L. H., de 38 años de edad, que denunció ante la Fiscalía un supuesto abuso policiaco que habría tenido lugar en uno de los retenes de alcoholímetro. Sin embargo, ayer por la mañana el ciudadano cayó en coma, que lo mantiene luchando por su vida en condiciones desfavorables.
“No pensamos que se tornara todo esto en una situación grave, solo queremos justicia porque no es justo el actuar de la policía en el puerto, cada vez tenemos más miedo y nos sentimos menos protegidos por eso”, externó una de las familiares que pidió el anonimato por temor a represalias.
El agraviado se encuentra en una de las camas el Hospital Agustín O’Horán de Mérida, pues una embestida le habría causado un aporreón de cabeza contra el asfalto, y desembocó todo en un traumatismo craneoencefálico severo.
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Así fueron los hechos
Según se dijo por testigos, Roberto L.H. fue agredido porque entró en defensa de un automovilista que estaba siendo detenido por los agentes, quien resultó ser su sobrino, por lo que en medio de la discusión surgió la agresión para esposarlo. El bañista cayó al piso y sufrió un severo golpe en la cabeza, donde empezó a emanar abundante sangre.
El encuentro entre el ciudadano y los uniformados de los que se aseguró que eran municipales, sucedió algunos metros fuera de donde se practicaban las pruebas de alcoholímetro, incluso en la parte de atrás de conocido supermercado de cadena nacional.
Los agentes en turno, al darse cuenta de que el hombre estaba sangrando y se encontraba al borde del colapso, solicitaron atención de los paramédicos de sus bases, aunque la ayuda tardó en llegar, según argumentan los consanguíneos del afectado.
En medio de los trabajos de los socorristas podían escucharse los llantos de sus familiares, quienes ya reclamaban justicia, pues el hombre ya se veía en condiciones no favorables para su salud mientras permanecía acostado en la camilla.
Además, los elementos de la Policía Municipal, al ver lo ocurrido, retuvieron a algunas de las personas que estaban grabando con sus teléfonos móviles, pidiendo que entregaran sus equipos para borrar los videos con las evidencias. Estos actos también fueron manifestados a través de redes sociales, pues han sido constantes las ocasiones en que no se permite a la ciudadanía tener evidencia del trabajo de los uniformados en la vía pública.
La familia dijo que interpondrá una denuncia contra los servidores públicos que resulten responsables de lo que se calificó como un mal proceder de las autoridades que, en constantes ocasiones, a través de las redes sociales se ha dado a conocer que reciben capacitación.
Una de las allegadas al hombre que si accedió a ofrecer palabras a los medios se trata de su esposa, Candy Velázquez, quien a las afueras del nosocomio dijo que se arremetió contra el proceder de los policías, que ahora mantienen a su compañero sentimental al borde de la muerte.
“Lo empujaron y mientras le metían el pie cayó directo al suelo, enseguida empezó a sangrar de la cabeza y ellos no hicieron nada. Pido justicia, mi esposo se debate entre la vida y la muerte, necesito que me den una solución las autoridades municipales y estatales. Tenemos todas las pruebas y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, dijo.
Otra noticia que ha trascendido a causa del hartazgo de la población recaería en una manifestación en el malecón tradicional Romeo Frías Bobadilla, que tendría lugar este viernes a las cuatro de la tarde con la participación de al menos 100 personas.
También se está tratando de hacer llegar el caso hasta el centro del país, específicamente al poder ejecutivo para que por medio del Gobierno federal se tomen cartas en el asunto en otro de los casos donde la ciudadanía denuncia abusos de parte de los funcionarios dedicados a velar por la seguridad del progreseño y los turistas.
Hasta el momento, el Ayuntamiento de Progreso no ha dado a conocer algún boletín informativo en el que se dé a conocer las medidas que tomará el alcalde Julián Zacarías Curi, incluso lo último que se supo del primer edil es que se encontraba en una gira de trabajo con directivos de la empresa “Carnival” para mejorar el rubro turístico, mismo que permanece por los suelos en el puerto, pues deja nulas ganancias al comerciante progreseño en cada visita de estos navíos.
La Dirección de Seguridad Pública y Tránsito tampoco ha emitido su postura al respecto y tampoco se sabe si se tomará alguna medida contra los elementos que resulten responsables de la agresión, que tiene a Francisco L.H. entre la vida y la muerte en la cama de su hospital.
Lo último que se supo es que hace cinco días los elementos tomaron una capacitación por parte de la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey). El ponente fue Rodrigo Chan Cua y asistieron alrededor de 30 agentes de tránsito.
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CC