Los motociclistas nuevamente encabezan a las víctimas mortales en accidentes de tránsito en Yucatán, según datos revelados por René Flores Ayora, ingeniero de tránsito del Centro Nacional de Prevención de Accidentes.
Sólo el año pasado, fueron más de 90 motoristas los que perdieron la vida en el estado, de acuerdo con cifras del propio consultor vial.
Ahora ya son 12 en apenas 40 días de 2022. Eso representa el 63 por ciento del total de víctimas hasta ahora. “Al miércoles 9 de febrero se tienen 19 personas que han muerto”, compartió Flores Ayora.
“Cada 2.10 días fallece una persona en Yucatán a causa de los siniestros de tránsito, que son prevenibles, evitables y que tienen una causa”, expuso.
“Viajar en motocicleta es 17 veces más peligroso que ir en automóvil”, ha declarado en varias ocasiones el ingeniero de tránsito.
Agregó que las pruebas salen a la vista. Solamente un automovilista aparece entre los casos mortales actuales. En cuanto a pasajeros, igual sólo se notificó un fallecido.
Flores Ayora complementó su información señalando que los peatones son el segundo grupo con mayor número de muertes, a inicios de año.
Cinco de ellos perdieron la vida (27 por ciento). “El Periférico de Mérida se volvió a teñir de sangre, segundo peatón que fallece en estos primeros 40 días”, apuntó.
El ingeniero de tránsito hizo recomendaciones para el cierre de temporada de frentes fríos. “Es importante tomar las debidas precauciones al conducir un vehículo automotor, ya que, a consecuencia de las lluvias, se necesita más distancia para frenar por el pavimento mojado”, explicó.
De acuerdo con sus cifras, desde 2007, más de 4 mil personas murieron en Yucatán a bordo de un vehículo motorizado o fueron víctima de uno (ciclistas y peatones).
Los datos crudos se incrementaron a finales de 2021. En noviembre, Flores notificó que había 160 fallecidos en accidentes viales y la cifra se “disparó” en menos de un mes al alcanzar los 261 muertos, 91 de ellos manejando motos.
En aquella oportunidad, se mostró crítico con los motociclistas porque algunos de ellos conducen vehículos endebles de bajo cilindraje en zonas de alta velocidad como el periférico y, sobre todo, por no portar un casco certificado.
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JG