Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llegó ayer al Centro de la comunidad para suspender los trabajos que se venían desarrollando como parte del desmantelamiento del cerro El Altillo. A su llegada, los trabajadores de la institución federal procedieron a la colocación de sellos en las estructuras que aún continúan en pie, en los sellos tiene la leyenda “Obra suspendida por violación a la Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos”.
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La labor que la Comuna realizaba desde el mes pasado consistió en la demolición del cerro con un avance de 20 por ciento, así como la demolición de las estructuras que se encontraban sobre este, un mercado construido en la década de los noventas destruido totalmente y el edificio Renán Moreno, casona que data de principios del siglo pasado y deteriorada a causa de las copiosas lluvias de los últimos meses. De esta última, solo quedan en pie algunos muros que servían como paredes y las oficinas del patio trasero.
Alrededor del cerro en cuestión giran diversos relatos que han trascendido de generación en generación, una de esas leyendas indica que en El Altillo se encuentra resguardada la imagen de una Virgen María desde la época de la Guerra de Castas; otros relatos indican que en ese lugar están escondidos diversos objetos antiguos como joyas y monedas de la misma época.
Entre los habitantes existe una opinión dividida acerca de este hecho, pues algunos se manifiestan en favor de la demolición para la modernización de la plaza principal, otro sector piensa que la comuna no debió iniciar la demolición, sino dar mantenimiento a las estructuras.
Al respecto José Huchim, mototaxista comenta “creo que si se aplana la zona del cerro se favorecería el desarrollo económico de la población pues el espacio se podría aprovechar para instalar una plaza comercial donde se ofrezcan productos locales”, sin embargo, vecinos como Gaspar Collí manifiestan que “era mejor dar mantenimiento a los edificios antiguos para preservar el patrimonio histórico de la población”.
Trascendió entre los pobladores que la suspensión ocurrió luego de que un vecino dio parte al INAH de que la Comuna estaba destruyendo de manera premeditada estructuras arqueológicas, lo que para él es un abuso de autoridad. Por su parte el Ayuntamiento no se había pronunciado respecto a este tema.
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