Turistas nacionales e internacionales despidieron el Mes del Amor y la Amistad con lleno total en la costa del puerto, beneficiando al comercio local con un aforo de más del 80 por ciento que se registraron los locales ubicados en toda la prolongación del Malecón de Progreso.
Según cifras dadas a conocer por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), registraron más de 10 mil personas en toda la costa; 4 mil dentro en el Malecón, cifra que no se había alcanzado desde el mes de marzo del 2020.
Parte de la distribución de visitantes se dio también en Chelem, a donde llegaron 2 mil 500 turistas; en Chuburná se registró alrededor de mil 500 y en Chicxulub se mantuvo un promedio superior a los 2 mil visitantes.
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Gracias a eventos deportivos que se llevaron a cabo desde la mañana y que muchas familias acamparon desde la noche anterior, el Malecón ya promediaba más de 300 personas desde las 8:00 horas, trayendo beneficios al sector restaurantero gracias al consumo de los turistas, sector que, como informamos a través de este medio, se encuentra en transición luego de dejar la época de recuperación económica en la que habían caído, después de varios cierres de la playa debido a la pandemia del COVID-19.
“Ambiente diferente”
“Se vive un ambiente diferente al que habíamos notado, no hay tanto miedo a una clausura por los promedios de gente que se han generado desde que retornó el calor. En los días de Carnaval del año pasado nos cerraron la playa; recuerdo que en esos días la manutención de la casa corría por parte de mi señora, yo casi no aportaba nada, me iba con las manos vacías pues no llegaba nadie al puerto, todo se invirtió a nuestro favor, ahora ya por el fin de semana, gracias a Dios, un mesero genera con propinas hasta el sueldo de la quincena, que ronda entre 3 mil o 4 mil pesos”, indicó Mateo Alcantar.
El arribo masivo comenzó a originarse al mediodía, condenando a restauranteros y prestadores de servicio a no tener más instalaciones para ubicar a los visitantes que llegaban ansiosos de playa y pescado frito frente al mar. Parte de las situaciones que se salieron de control, se dieron en las salas de espera de los restaurantes, pues ante el aforo del 100 por ciento se provocó un par de discusiones que casi llegan a los golpes en dos locales diferentes.
“Jamás pensamos que la gente llegara a este grado, siempre se contemplaban algunas mesas de reserva, pero hoy hasta eso se nos agotó. Sábado y domingo fue una locura total, si la situación se mantiene así, con la demanda, los arribos de crucero hasta de tres barcos en una semana y los nuevos empleos que se están generando con tan poco personal no nos damos abasto; vamos a ver la luz luego de dos años en los que hemos perdido patrimonio y dinero por la falta de clientes que nos regaló la pandemia”, declaró Mayra Güemes, trabajadora de un local de renta de mesas.
Otros sectores que vieron fluir billetes al por mayor fueron los expendios de cerveza, lo cuales dentro del malecón tuvieron filas hasta de 30 clientes que con cartones y envases de vidrio en mano acudían a buscar bebidas alcohólicas para tomar en la playa. Igual demanda tuvieron los baños por renta, cuyos precios, a pesar de que se mantienen de 5 a 10 pesos, dependiendo del tipo de servicio que se requiera (inodoros o regaderas), los encargados de estos puntos expresaron que sin problemas se van a casa hasta con 5 mil pesos íntegros.
Desde las 8:30 horas, se comenzó a registrar decenas de visitantes que llegaban las playas de San Crisanto para continuar disfrutando del puente festivo.
De acuerdo con pobladores de la zona, los fenómenos naturales que se habían estado presentando como el frío y las lluvias, generaban un impedimento para que el turismo llegase desde muy temprano como solía suceder durante los fines de semana anteriormente.
Como es de costumbre, las personas que llegaron, comenzaban a buscar los espacios en donde abundaban los árboles de coco y los de uva silvestre que suelen generar sombra, para colocar mesas y casas de campaña, mientras que algunos disfrutaban las bajas y cristalinas aguas, otros alistaban el almuerzo para pasar el día en compañía de sus familias.
En entrevista con Gabriela Pérez, visitante de la ciudad de Motul, dijo que, “el clima ha favorecido bastante, ya hacía falta una salida así con la familia ahora que los casos de COVID han bajado en el Estado, aquí es un lugar tranquilo para disfrutar porque no abunda un exceso de personas como en otros puertos”, precisó.
Además, agregó que la mayoría de las personas que observó durante las primeras horas que llevaba en el lugar, hacían el uso correcto del uso del cubrebocas mientras caminaban por la orilla de la playa como en el centro del puerto, generándole más confianza respecto a las medidas de salud. “Mucha gente tiene puesto el cubrebocas, me sorprende porque en varios de los lugares a los que donde hemos ido casi no lo respetan, creo que el objetivo de concientizar ha funcionado”, expresó.
Por otro lado, Santiago Villanueva, de la localidad de Mocochá, aseveró que llevaba meses sin visitar algún puerto en compañía de sus amigos y familiares, pues la entrada de los Frentes Fríos y las lluvias en semanas pasadas impedían la salida para descansar.
“Nosotros esperamos que bajen los casos para ver en qué parte de los puertos había menos gente, ahora que es fecha carnestolendas la gente tiende ir más a Progreso y Telchac Puerto por las actividades que suelen realizar por ser puertos más grandes”, expresó.
Al pasar las horas, se hacía notar la presencia de más personas locales que extranjeras, ya que en su mayoría eran de municipios de los alrededores que buscaban pasar el día en este puerto.
“Esperamos volver para la Semana Santa, ya vimos que hay lugares donde hay sombra para que podamos colocar alguna mesita y cocinar, hay muy poca gente aquí. Eso está muy bien”, expresó.
Por su parte, habitantes del centro del puerto, aseguraron que, durante la tarde, llegaron más visitantes por los juegos deportivos que se realizan en el campo ejidal. Según datos de la policía llegaron más de 200 bañistas repartidos por toda la costa de la localidad.
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CC