Virginia Tuz Uicab, originaria de Chapab, señaló que su hijo, Miguel Ángel Pool Tuz, de 22 años de edad, ha sufrido persecución policiaca en Ticul motivada por una discriminación hacia su persona, esto después de haber sido perseguido e impactado por una patrulla del municipio de Ticul, siendo que estos alegaban seguir “órdenes” para catearlo siempre, debido a que tiene “antecedentes delictivos”.
Según la quejosa, su vástago había acudido al Mercado Municipal de Ticul junto con su nuera, Lupita Acosta, con el fin de comprar desayuno, sin embargo, al tratar de regresar a Chapab, de donde son originarios, se dieron cuenta que estaban siendo perseguidos por la Policía Estatal cuya unidad correspondía a la 6597.
Por tal razón, cerca de las 10:00 horas marcó a sus familiares, pues temía ser incriminado sin razón alguna, y en busca de evitar que sufriera alguna tropelía acudió a la casa de su suegra, Marbella Sosa, no obstante, al llegar a la dirección segundos después de que Lupita Acosta se bajara de la motocicleta e ingresara al predio, la patrulla impactó por alcance a la moto donde se encontraba Ángel Pool Tuz, quien cayó de manera estrepitosa dañándose diversas partes del cuerpo y sufriendo excoriaciones.
Tras este hecho, Sosa salió de su hogar para increpar a la Policía por tales acciones, quienes de manera tajante alegaron se trataban de “órdenes”, pues tenía un “historial delictivo”.
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Marbella Sosa cuestionó a los uniformados el nombre del mando que había dado tal seguimiento, sin embargo, estos guardaron silencio; insistiendo, de nueva cuenta, que la orden consistía en catear al joven cada vez que sea visto.
Ante esto, Marbella alegó a los policías estatales que el joven llevaba escasos meses de haber salido de un anexo, y que buscaba reintegrarse a la comunidad de la mejor manera.
Tras una revisión, en la cajuela de la motocicleta solo se encontraron su desayuno; y después de una hora y media, se retiraron asegurando que cada vez que vean al joven tendrán que catearlo por sus antecedentes.
Virginia sostuvo que es injusto lo que la propia autoridad realice este tipo de acciones y discriminación a los ciudadanos, pues si no tienen pruebas fidedignas como dicta la ley, entonces es acoso policiaco.
Asimismo, dijo que Ángel no puede rehacer su vida, pues está bajo presión y acoso de la misma Policía, que se supone debería apoyar su reintegración a la sociedad, y no por el contrario detenerlo cada vez que este intente vivir y transitar por donde quiera, como se supone dicen sus derechos humanos.
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CC