Luego de conocerse la noticia del fallecimiento de Consuelo Beatriz Collí B., una de las ocho víctimas mortales del ADO que volcó el pasado domingo en la carretera Mérida-Cancún, sus familiares se encuentran consternados, pues la joven madre dejó huérfanos a dos varones y una niña, que ahora estarán al cuidado de sus abuelos maternos.
Testimonios de personas cercanas y pobladores en general coinciden en destacar el carácter afable de la extinta, así como la penosa situación en la que se encuentran sus parientes, quienes esperan el arribo del cuerpo de Consuelo para darle el último adiós.
Un crespón permanece en la puerta del humilde hogar de los abuelos en señal de luto, donde la mujer vivió la mayor parte de su infancia y, de manera irónica, ahora espera su retorno para el inicio de su funeral.
Consuelo falleció a la edad de 35 años, a 16 días de su cumpleaños, el 21 de febrero; ha sido una de las primeras víctimas identificadas tras la trágica volcadura ocurrida el pasado fin de semana.
La prima hermana de la fallecida, Sara Guadalupe Ek Borges, compartió a POR ESTO!: “Siempre la voy a recordar como una gran mujer, fuerte y trabajadora, alegre, entregada a sus hijos, y que tenía una especial habilidad para las manualidades. Le gustaba siempre elaborar collares, bolsas, objetos que ella misma hacía y que en general regalaba a las personas más cercanas como obsequio de su amistad. Tenía un hermoso carácter a pensar de las muchas dificultades por las que atravesó”.
Ek Borges sostuvo que Consuelo, además de ser madre soltera, tenía trabajo fijo en Campeche y por eso viajaba, era recepcionista en unas oficinas desde hacía seis años, “todo lo hacía por sus hijos, para darles lo necesario, todo, sus desveladas y esfuerzos eran para ellos”.
Al respecto, Sara Guadalupe dijo que son tres: dos varones de 18 y 14 años y una niña de 10 años de edad. Los tres actualmente son estudiantes.
Carlos Carrillo Collí, hijo mayor de Consuelo, se aferró a que el cadáver de su progenitora sea trasladado hasta Cenotillo para ser sepultado, organizó junto con sus familiares y vecinos el lugar donde será velada.
Ek Borges acotó que ella era muy cercana a su prima, ya que crecieron en casa de sus abuelos, por tal razón los tres hijos habían quedado al cuidado y tutoría de los mencionados, mientras ella se ausentaba a trabajar.
En cuanto a la empresa de transporte, la entrevistada comentó que hasta el momento no se ha acercado a los deudos, pero se espera que en breve se llegue a alguna indemnización para pagar el funeral y la irreparable pérdida sufrida.
En tanto, la familia de Consuelo ha solicitado el apoyo de la comunidad para cubrir los gastos funerarios y de traslado del cuerpo, ya que son de escasos recursos.
Por su parte, Jacibe Quiñones, maestra de Cenotillo, quien dio clases a dos hijos de Consuelo en la secundaria, expresó: “Es muy triste todo esto que ha pasado, una mujer ha muerto y unos niños han quedado sin un sostén; es deber de todos asumir con solidaridad y apoyar, este es el momento de brindar el apoyo necesario. Esto genera un ambiente triste y nostálgico para nuestro pueblo”.
Sara Guadalupe sostuvo que un sepelio digno en el municipio no baja de los 17 mil pesos, en cualquier agencia funeraria que se contrate para realizar los funerales y la inhumación, a los que se suma el costo del traslado del cuerpo desde Cancún hasta Cenotillo. Gastos que la familia Carrillo Collí deberá asumir.
Mientras tanto, ayer en el hogar de los abuelos se había preparado lo necesario para que pudiera tener lugar el velorio a las 19:00 horas, la calle se cerró oportunamente y se instalaron unos toldos que se tuvieron que prestarse a los vecinos para cuidar a los familiares y amigos que lleguen para acompañar a la familia.
La modesta casa de techo de paja, bajo un clima de ligera lluvia, será el lugar donde se realizará el velorio y donde los hijos recibirán a su madre por última vez.
Consuelo Beatriz compró el domingo en Cancún un boleto para viajar en el autobús 0489 del ADO a fin de dirigirse a Mérida y de ahí se trasladaría a Cenotillo para reunirse con su familia, luego de visitar a su mamá por una semana en ese polo turístico de Quintana Roo.
Para avisar que estaba en camino se tomó una “selfie” en el fatídico autobús y la mandó por redes sociales, donde se le observa en su asiento con una almohada en el cuello, cubrebocas y audífonos. Nadie se imaginaba que esa sería su última fotografía.
Como se informó, el accidente ocurrió en el kilómetro 242 del tramo carretero Kantunilkin-Cancún de la vía federal, a escasos kilómetros de entrar al municipio de Yucatán, ya que el autobús tenía como destino la ciudad de Mérida.
La unidad se salió de la carretera y terminó volcada, dejando atrapadas a varias personas, donde lamentablemente ocho perdieron la vida, entre ellos un menor de edad.
En la unidad viajaban 39 pasajeros, de los cuales la mayoría resultó con lesiones que van desde los golpes hasta raspones y otros más delicados, pero que se encuentran estables.
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JG