Vacacionistas del interior del estado y el centro del país se atrevieron a aventurarse a las playas de Progreso, cuya racha de más de diez mil turistas por cada jornada dominical solo se vio interrumpida por el frente frío de este fin de semana.
Con chamarras, bufandas y hasta con casas de campaña para resguardarse de las ráfagas de viento que sobrepasaron los 70 kilómetros por hora en la costa, en esta ocasión los visitantes no dejaron en la banca al comercio local, generando ganancias para el gremio turístico aunque debajo de lo esperado por los mismos trabajadores.
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MG