Por tercera ocasión en lo que va de año los molineros de Unión de Industriales de la Masa y la tortilla de Tizimín A. C. ajustaron sus precios debido al aumento de la materia prima, reveló William Dzul, presidente de dicha agrupación.
El líder de los molineros explicó que debido a la invasión de Rusia a Ucrania, la harina de maíz superó los 14 mil pesos por tonelada, además de que hay aumento constante del gas butano, grafito, teflón, y papel.
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Dijo que esta semana varios socios nuevamente han ajustado sus precios debido al aumento constante de la harina de maíz y otros insumos que se utilizan en la elaboración de la masa y de las tortillas; el precio más alto en que se puede adquirir este producto de primera necesidad en el Centro del municipio es de 21 pesos, mientras que en la periferia varias tortillerías las ofertan entre 15 y 18 pesos por kilogramo.
Destacó que debido al conflicto bélicos la harina de maíz, principal materia prima, aumentó 800 pesos por tonelada quedando en más de 14 mil, por su parte el gas butano se vende en 14.70 pesos el litro.
El líder de los molineros reveló que existe la probabilidad de que el precio de este alimento siga aumentando durante este año, si continúa la guerra entre los dos países, que son los principales proveedores de maíz a nivel mundial.
Dzul comentó que ante el aumento de la materia prima la actividad se está volviendo insostenible y va repercutiendo en todos los aspectos, al grado de que los que tienen tortillerías se ven obligados a cerrar sus puertas; en la ciudad al menos un establecimiento dejó de operar y no se descarta que conforme pase el tiempo la situación empeore y la actividad se vuelva más difícil de sostener.
Por otra parte, agregó que hasta el momento no está autorizada la apertura de otra tortillería, explicó que recientemente abrieron una en la calle 48 por 59, pero carece de los permisos necesarios para operar y ya las autoridades se han encargado de notificar a los dueños.
Aclaró que el aumento del precio de la tortilla es a nivel general tanto en la cabecera municipal como en las comisarías y que actualmente la unión de industriales de la masa y la tortilla está conformada por 70 socios.
También, explicó que la venta de tortillas en las cadenas de supermercados, donde se oferta un precio más bajo, no les afecta porque esos establecimientos se encuentran lejos de las tortillerías.
El líder molinero puntualizó que se han buscado varias maneras de que puedan adquirir la harina de maíz a un mejor precio, pero la diferencia es mínima y varios socios tienen convenios con empresas específicas que les surten y ese es otro aspecto que los afecta como organización.
Los que aún van a ajustar sus precios son los que surten en tiendas y en los hogares, tal como el propietario de Maíces, Tortillas y Botanas, Richard Emmanuel Canul Miss, quien explicó que en enero y febrero se registraron los primeros aumentos de la harina, gas butano y otros productos, los cuales absorbieron los molineros, pero en esta tercera ocasión el alza de precios no es posible sostenerla, por lo que se ven en la imperante necesidad de ajustar sus precios al público y la tortilla expenderá en 18 pesos a partir del primero de abril.
Ante esta situación, con el incremento del costo del maíz, el trigo, la soya y los aceites, las personas dedicadas a elaborar productos de primera necesidad se verán obligados a subir el precio de las tortillas, panes y frituras donde al menos se ocupa una de estas materias primas, señaló Canul Miss, quien recordó que tan solo este año tres veces se han producido altas de los precios en el sector.
Las personas dedicadas a producir tostadas, codzitos y botanas para lo que que usan aceite vegetal de palma, que en enero costaba 700 pesos el galón y el mes de febrero 800 pesos, en marzo subió en 900 pesos y los proveedores han estado notificando que probablemente también se incremente el precio del papel, teflón, celofán y grafito, entre otras.
Asimismo, dijo que los molineros que utilizan motos para repartir sus productos también generan gastos en gasolina, piezas que se echan a perder, llantas y cambios periódicos de aceite para el motor, otro gasto que hace muy difícil mantenerse ante la ola de aumentos de la materia prima.
Resumió que con todos estos gastos la ganancia se reduce y a duras penas alcanza para pagar a los empleados, y comentó que se verán obligados a ajustar los precios de los productos que se hacen a base de harina de maíz y de trigo, porque la harina de pan que se usa en la elaboración de charritos y pastas subió en 120 pesos por bulto.
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CC