'Era lo que habíamos esperado': Pareja gay se casa sin un amparo en Mérida

“Hubo un momento en el auto, rumbo al Registro Civil, en el cual nos preguntamos el uno al otro con temor si en verdad estábamos tomando la decisión correcta, pero la respuesta nos dejó aún más seguros de firmar, y es que para ambos era lo que siempre habíamos estado esperando”.

Así describen Carlos Durán Rosado y Ricardo González Miranda parte de su día. Ambos se convirtieron ayer en la primera pareja del mismo género que se casó en la oficialía número 22 de Mérida, ubicada en la colonia Xcumpich, a cargo del Juez Mario Herrera Tzuc.

Acompañados de un pequeño grupo familiares y amigos, Carlos y Ricardo dijeron haber estado un poco nerviosos durante gran parte del día, previo a la ceremonia; sin embargo, luego de las firmas y de escuchar del juez que ya estaban “legalmente casados”, ese sentimiento cambió a felicidad, sobre todo saberse rodeados de gente que no sólo los quiere si no que los respeta y que para ellos son importantes.

Ricardo González dijo que fue un día de muchas emociones con parte de sentimiento por la ausencia de su familia, que se encuentra en Costa Rica, la cual siguió la ceremonia vía transmisión web y que al igual disfrutaron verlos felices al legalizar su unión.

“Los sentimientos están a flor de piel, pues si bien es un acto de alzar la voz como un derecho que ya nos otorgó el Estado, no hay que olvidar también que las uniones matrimoniales son actos de amor y esto debe ser lo más importante”, dijo.

Afirmaron que se levantaron muy temprano para terminar algunos pendientes y aunque para muchos pareciera sólo ir y firmar, para ellos fue un evento importante al saber que era una decisión que debe tomarse con la cabeza y el corazón.

“Las casualidades no existen y si nos esperamos 40 años, ahora es tiempo de que como matrimonios demostremos que somos como cualquier otra pareja, por lo cual nos sentimos agradecidos con las asociaciones y activistas que nunca quitaron del tema del debate y la lucha por este derecho para todas las personas que lo deseen ejercer”.

Carlos Durán, quien es trabajador administrativo en una universidad privada, afirmó que no podía estar más feliz y mejor cobijado este día que por su madre, Elvira Rosado Ruz, y su hermana Karla, quienes lo acompañaron en lo que él mismo describió como el día más importante y esperado de su vida.

La ceremonia y lectura del acta matrimonial no tuvo cambio alguno al que se realizan con parejas heterosexuales, incluso con la misma lectura y consejos de la importancia de  consolidar el vínculo del matrimonio para la sociedad y tuvo una duración de escasos 30 minutos aproximadamente. Los testigos del matrimonio fueron Nicté Ha González Marrufo, Erika Vega y Juan Carlos Calderón.

Doña Elvira dijo estar disfrutando este día tan especial al ver a uno de sus hijos ir en busca de su felicidad y tranquila al saber que ahora la ley los respalda reconociendo que siempre ha apoyado a sus hijos en sus decisiones y formándolos para ser felices.

Reconoció que aunque el avance en los derechos para las personas de la comunidad LGBTI+ en Yucatán ha sido lento, lo importante es que cada vez más familias apoyan a sus hijos para que estos puedan desarrollarse en un ambiente libre de discriminación y lleno de amor, para cada día una mejor sociedad.

Tras aprobarse las leyes secundarias en el Congreso del Estado y publicarse en el diario oficial, casarse es una realidad para la comunidad LGBTI+ y en el Registro Civil, casi a diario acuden parejas del mismo género a pedir informes, aunque los responsables han señalado que son pocas las que han agendado.

Este viernes se registrará una nueva boda entre personas del mismo género ahora en las oficinas centrales del Registro Civil, siendo los contrayentes Marco Linares y Pedro Salazar, a las que se suman las ya consumadas en el puerto de Progreso y en Conkal.

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CC